La minería siempre tiene recompensa. La materia prima es aprovechable y, si uno se lo trabaja, los productos que surgen de la manipulación de ese material pueden ser tremendamente satisfactorios.
Así ocurre con American A,B,C y D (Autores, Intérpretes y Compositores Vol. 1), una caja compuesta por cuatro libros que reúne a escritores, fotógrafos y artistas contemporáneos en un diálogo y una reflexión común con un material muy particular.
Patricio Binaghi, fundador de la editorial que lanza el artefacto, Paripé Books, cuenta la historia de cuando fue minero. Corrían los años 2008 y 2009 cuando Binaghi lidiaba como podía con su afición a zambullirse en eBay en busca de, sobre todo, memorabilia. «Sobre todo entertainment memorabilia y objetos de los 50 y 60. En una de esas subasta online di con un lote de negativos de fotos de EEUU. La única descripción que tenía era que habían pertenecido a periódicos regionales norteamericanos en esas décadas», explica.
El argentino, casi sin saberlo, acababa de comprarse una ventana al imaginario cotidiano estadounidense de aquellas décadas. «Hoy en día, nadie puede negar la influencia de esos años y de la cultura americana en las décadas que siguieron y en las siguientes generaciones», señala.
Así, Binaghi se convirtió en portador de una pequeña parte del legado del imperialismo cultural y estético norteamericano. Una buena parte de la identidad del mundo occidental se cimenta en lo que reflejan esas fotografías. «La Guerra Fría, el boom del diseño industrial, la emancipación de la mujer, la lucha contra el racismo, la influencia de la publicidad en la vida cotidiana o el fast food son claros ejemplos en estas fotografías y, a su vez, suelen ser temas que, hoy en día, están en los noticieros del primer y tercer mundo. La vigencia de estas noticias es algo también muy desmoralizador. Pocas cosas han cambiado y en algunas hemos retrocedido», señala el argentino.
[pullquote]Las fotos no tenían esa parte de fotografía documental de Robert Frank, tan reconocible en la América de esos años. Eran imágenes que habían sido creadas seguramente para ilustrar algunas noticias sin mucha importancia o de relleno, algunas muy bizarras.[/pullquote]
El gestor cultural ha decidido mostrar esa colección de fotografías y el material compone el volumen A de la caja. Pero no se ha quedado ahí. También ha decidido ayudarse de artistas y escritores para intervenir las fotos o para crear obras derivadas de esas imágenes.
«No quería editar un libro melancólico sobre una era sino que me interesaba cruzarlo con algunas disciplinas y artistas contemporáneos. Hay algunos artistas o escritores que han trabajado sobre la literalidad de la construcción de la imágenes y otros han volado muy alto. Por eso me gustaba que estuviera dividido en varios tomos», explica el editor.
Así, el volumen B muestra estas intervenciones y reinterpretaciones gráficas del material que Binaghi compró en eBay. El número de creadores es elevado y el editor ha buceado entre sus épocas pasadas o proyectos paralelos. La iniciativa le ha servido también al argentino para descubrir nuevos talentos que ha sumado a la nómina de American A B C D. «Ha habido varios que se han enterado de la gestación del libro y me han escrito para participar en el proyecto. Creo que la selección es bastante heterogénea».
Roberta Marrero, Rubenimichi, Luis Úrculo, Laura Ponte, Grace Helmer, Alejandro Pasquale, el estudio de arquitectura Canals Moneo, Koldo Serra, Fernando Navarro, Ray Loriga, Rodrigo Fresán, Carlos Spottorno, Laia Abril y así hasta más de 200 nombres.
El libro C contiene una selección de textos que parte de la misma premisa: la inspiración a partir de la memorabilia hallada por el argentino. «Son relatos, ensayos, poemas, haikus, avances de guión cinematográficos y algunos otro géneros- están escritos en español, inglés, alemán e italiano».
Patricio Binaghi explica que el libro D es un viaje de largo recorrido y la propuesta más compleja del conjunto. Alberga una parte de mini portafolios «ya que varios de los artistas que convoqué trabajaban más conceptualmente. Con una sola imagen se quedaban cortos por lo que preferí proponerles que realizasen varias imágenes y, de esa manera, poder trabajar sin limitaciones».
El argentino quiso añadir la arquitectura a la ensalada. «Caí en que había un par de las fotos originales y de la selección que se había realizado previamente. Eran de una casa amish. Investigando además, podía observar que tenía mucho que ver con conceptos arquitectónicos de hoy en día ligados a la sostenibilidad. El texto de Pablo Bautista es formidable en este capitulo del Libro D».
La última parte tiene que ver con la ilustración, que «estará siempre unida a Paripé Books. Es más, el próximo libro será un monográfico del ilustrador vasco Gorka Olmo. Esta selección de artistas me resultó más sencilla», cuenta Binaghi.
El lanzamiento del mamotreto responde al objetivo que el editor tiene para cualquier producto lanzado por Paripé Books. «La necesidad de enseñar a la sociedad unas imágenes en las que hay una historia, en las cuales uno puede detenerse unos segundos, pensar y reflexionar. sobre las fotos y sobre ese mundo que estamos observando». Así ocurrió con Hotel Gondolín y así ocurre con la ventana al pasado de American A,B,C y D (Autores, Intérpretes y Compositores Vol. 1).
