Apps que NO (aunque tienen su punto, ¿eh?)

3 de octubre de 2013
3 de octubre de 2013
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Que todas las aplicaciones que aparecen en este lado de la revista suelen ser absolutamente inútiles es un hecho contrastado durante más de dos años de sección. Y como parece ser que le gusta, hoy le traemos inutilidad por partida doble: tres apps con el innecesario estilo habitual y, además, un tema totalmente inútil para estas fechas. Con ustedes, un especial Apps para invierno.

Chimenea Romántica

Bien es sabido por todo el mundo, sin excepción alguna, que una chimenea incita al amor, al acurruque y al arrumaco. Pero viendo cómo están las cosas, cómo se ha reducido el tamaño de los pisos y que la leña ha subido casi lo mismo que la electricidad, actualmente pocos son los privilegiados que pueden disfrutar de tan delicado artefacto, y, claro, acurrucarse al lado del extractor no es igual.

No se preocupe, enamorado lector, descárguese esta app con la que gozar de una realista chimenea, un auténtico crepitar y añada virtualmente dos copas de champán y una rosa en la imagen. Solo falta Kenny G, ¿verdad? Pues no, porque tiene un acceso a iTunes para que pueda disfrutar de su aterciopelado saxofón a precios tan populares como las contabilidades B.

Invierno Blanco

Si bien la chimenea nos da ese calor de pino, el frío de la nieve tiñendo todo lo que nuestra vista alcanza es un verdadero placer para nuestros ojos, una incitación a sacar al niño que llevamos dentro y a meter al niño que está fuera con los pies mojados porque se le han roto las katiuskas. Pues si todo lo que alcanza tu vista es la pantalla de tu Android lo tienes hecho, porque esta aplicación te coloca un fondo de pantalla de lo más alpino que, además, es interactivo. Eso sí, cito textualmente: “Fuegos artificiales navideños, mensaje de Santa Claus y Modo ‘Día y Noche’ automático, solo en versión de pago”.

Merece la pena, hágame caso.

Is It Contagious?

Sí señores, hablamos de gripes, mocos y tosidos, esa otra parte del invierno que, aunque quizá se salga un poco de lo romántico, es tan característica de estas fechas que, repetimos, son otras. Y se trata de un manual al que acudir, como viento que lleva al diablo, en cuanto uno detecta cerca alguno de los susodichos síntomas (más aún, cuando se sienten salpicaduras, es innegable). A pesar de que pueda parecer algo práctico para cuidar de la salud de sus hijos, el título no deja de hacerme sospechar de que se trata de una aplicación para melindrosos y asquerosetes. Y es que, sintiéndolo mucho, soy un amante de las palabras, no puedo evitarlo. Por ejemplo, me encanta ‘chaflán’. Soy débil pero con un gran léxico, señora.

Más apps, aunque con menos amor, en el post de David García.

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