Es verdad, dulces lectoras, que la diferencia horaria entre los diversos países que componen nuestro hermoso planeta azul nos ayuda a mantener una cierta coherencia solar. Pero, por otro lado, es una auténtica puñeta. Tanto que llego a entregar este artículo por los pelos. Así que he decidido que el mismo verse precisamente sobre ese tema: todo lo capilar y, principalmente, su carencia, tema que, admitámoslo, ocupa el 78% de mi rendimiento intelectual.
Stop HairLoss
A pesar de su prometedor nombre, irresistible reclamo para los hombres de mediana edad, la verdad es que la app poco puede hacer cuando la mano de la diosa alopecia acaricia con maldad tu cogote. Pero lo más curioso es que ni siquiera lo intenta. Te bajas la app (de pago, faltaría más) y lo que ves es una especie de agenda que te indica cuándo te cortaste el pelo, consejos sobre la salud y el cartón y, lo que es más cruel, una sección de vídeos con patrones claros de lo que yo llamo “el punto de no retorno”: ese punto en el que ya no vale decir para tus adentros “es por culpa del estrés” y acabas comprándote una gorra, sombrero o bisoñé. Todo se complementa con la sección FunWithHaircut donde aparece una tijera y puedes abrirla y cerrarla como si, en vez de calvo, fueras gilipollas.
Hair Loss Code
Se trata de una app de terror en la que se predice, siguiendo unos escalofriantes pasos, que tarde o temprano vas a convertirte en un Yul Brynner de la vida. En el primero, después de firmar más disclaimers que antes de hacerte donante de órganos, has de elegir qué tamaño y forma tiene tu cartón. Es duro, pero lo es mucho más cuando pregunta por ciertos hábitos y, uno tras otro, vas chequeando como afirmativo prácticamente TODOS. Tercer y último paso, tras otro draconiano disclaimer, ver los resultados del análisis: le sale negativo hasta a Ted Danson o Güemes.
HairClinic
Y si hemos pasado del overpromise a la dura realidad, ahora toca un poquito de brujería porque esta app promete hacerte crecer el pelo a partir de unos ultrasonidos que emite tu smartphone. Se trata de una app que no se encuentra en la App Store en español, así que, si le parece, amigo lector, podemos compartir piso en nuestro viaje a Estados Unidos y así ahorrar gastos porque, aun sabiendo que se trata de una fina milonga, hay algo a lo que jamás renunciaré: la esperanza.
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Más apps y más pelo en este post de David García.