Llegó, vio y triunfó. Así se podría resumir la llegada al mercado de uno de los juguetes sexuales femeninos de más éxito en los últimos años, el Satisfyer. Este estimulador y succionador del clítoris ha regalado orgasmos a un buen número de mujeres en todo el mundo, pero dejaba con las ganas y con la intriga al género masculino.
Tranquilos, nenes, todo llega en esta vida. Arcwave ha lanzado el Arcwave Ion, y llega con la asombrosa promesa de hacer sentir a los hombres la intensidad del orgasmo femenino. Este stroker «fue creado por el equipo de I+D de la empresa alemana WOW Tech, que incluye investigadores, diseñadores, ingenieros y directores de producto», explica el ingeniero jefe de la marca, Tobias Zegenhagen.
Durante dos años, este equipo desarrolló más de una docena de prototipos, que fueron probados por unas 17.000 personas, hasta dar con el diseño adecuado. El pene se introduce en el Ion, que mediante la tecnología Pleasure Air, genera ondas de aire pulsantes que estimulan el frenillo. Actúan directamente sobre los receptores de Pacini, los mismos que se encuentran en el clítoris, que son los responsables de que se produzcan los orgasmos.
«En lugar de la vibración, utiliza los cambios en la presión del aire para producir orgasmos más intensos», matiza Zegenhagen. «Esta tecnología se ha desarrollado aún más para que el Ion genere ondas de presión más potentes y sobre una mayor superficie». Por ello, comenta Johanna Rief, head of sexual empowerment de Arcwave, y gracias a la estimulación de esos receptores, se podría decir que los hombres llegarían a alcanzar el clímax con la misma intensidad que lo hacen las mujeres, mucho más, desde luego, que si se masturbaran manualmente.
Según la sexóloga, hay diversos estudios que afirman que las mujeres experimentan más intensidad y con mayor variabilidad sus orgasmos, con picos más agudos. Sin embargo, esas variaciones y esos picos son más planos en los hombres.
Ahora que la amenaza de nuevos confinamientos y restricciones a la movilidad se cierne sobre nosotros una vez más, este tipo de juguetes podrían venir en auxilio de quienes no cuentan con una pareja sexual con la que convivan. Y por ello, no faltará quien vea en estos aparatos la amenaza de acabar con la sexualidad en pareja.
«¿Quién dijo que no puedes usarlo con tu pareja y dejar que sea parte de tu sexualidad?», se defiende Johanna Rief. «Pero incluso si lo usas solo, la idea no es reemplazar a nadie. Nosotros, como empresa, creemos que nada puede sustituir a otro ser humano y ese no es nuestro objetivo, pero un juguete sexual puede ser un buen complemento para la sexualidad de todos. Este stroker da la oportunidad de experimentar nuevas sensaciones porque puede proporcionar una estimulación que una persona o un cuerpo humano no pueden».
Otra posible crítica a la que puedan enfrentarse los estimuladores tanto de clitoris como de frenillo es la de proporcionar un sexo demasiado rápido. «¿Es posible que la gente tenga orgasmos más rápidos con un juguete sexual y que esto se entienda como un sexo rápido? Sí, podría ser, pero ¿por qué es eso un problema?», responde Rief. «La mayoría de la gente, de vez en cuando, tiene ganas de tener sexo o un orgasmo rápidos. Y según nuestra experiencia, esa no es la razón por la que la gente compra juguetes sexuales. Se trata de experimentar y probar cosas nuevas, a menudo con una pareja».
Aseguran los creadores del Arcwave Ion que uno de los objetivos de este juguete es el de desestigmatizar la masturbación masculina, afirmación que puede resultar sorprendente. ¿No es precisamente lo contrario?
En opinión de la sexóloga de la compañía alemana, es cierto que las mujeres deben enfrentarse todavía hoy a importantes brechas (la salarial, la de género, la del orgasmo…). De hecho, es significativo el hecho de que no se descubriera la anatomía completa del clítoris hasta hace poco más de 25 años, lo que indica hasta qué punto la mujer ha estado relegada a un segundo plano en cuanto a investigación médica. Por no hablar de los tabúes sobre la sexualidad femenina, la menstruación o la propia masturbación.
No obstante, prosigue, «en comparación, la masturbación masculina se ha normalizado en la sociedad gracias a la cultura pop. De hecho, el 30% de los encuestados piensan así. Ha sido asumida socialmente y reconocida como una práctica común de todos los hombres por la sociedad. Sin embargo, los hombres no hablan de ello, y en la infancia y la adolescencia se les dice a los niños que es algo malo, incluso, que no se hace, etc. Por lo tanto, la masturbación masculina también está estigmatizada, aunque sea menos que la femenina».
«En cuanto al uso de los juguetes sexuales, una encuesta reciente que realizamos con 7.000 participantes de 14 países mostró que un tercio de los encuestados cree que es mucho más aceptable para las mujeres usar un juguete sexual que para los hombres».
Volviendo al Arcwave Ion, añadir que el dispositivo está compuesto de dos partes, una mecánica y otra de silicona que se puede desmontar para facilitar su limpieza tras el uso. Y se guarda en un discreto estuche, por si algún usuario es tímido.