La artista Rebeca Khamlichi viste de azul a Yorokobu

9 de abril de 2019
9 de abril de 2019
1 min de lectura

Es esta sombra y esta luz la forma que tiene la artista Rebeca Khamlichi de entender el pico y pala, el trabajo, el asunto del que trata la revista impresa de Yorokobu de este mes de abril.

«Es mi forma de representar esta contraposición», dice. «La expresión pico y pala siempre me ha recordado a luces y sombras».

Khamlichi dibujó a una mujer que parece surgir del resplandor de una ventana, rompiendo la oscuridad, iluminando la cubierta de este nuevo número de la revista de papel.

 

En ella unió la artista Rebeca Khamlichi sus «dos cosas favoritas: utilizar iconografía religiosa y pintar mujeres de color rosa o azul». Esta vez tocó el azul.

—¿Por qué te gustan esos dos colores?

—No sé… Va por épocas. Suelo emplear el azul en momentos más tristes. Para mí, el azul está entre la tristeza y la fuerza. Van unidos porque la tristeza te hace sacar tu parte más fuerte.

En el rostro de esta mujer no están todas las líneas. «En la posición de la cara hay algo de ambigüedad», indica la artista. «En la parte dibujada y en la parte sin dibujar está la contraposición. Es como la vida misma: a ratos hay oscuridad y a ratos hay luz».

Otros asuntos de la artista Rebeca Khamlichi

A esta pintora le encanta los iconos de las religiones y los rostros de mujer. Es fácil encontrar cualquiera de estas dos cosas en mucho de su trabajo. Pero a la autora también le apasionan los animales. En 2016, junto a otra artista, Mari Quiñonero, crearon Las muy perras: una plataforma que da a conocer la tragedia a la que se enfrentan cientos de galgos abandonados y que recauda fondos que después donan a albergues, refugios y protectoras de animales.

«El maltrato ya está contado», cuenta la pintora en esta entrevista. «Nosotras queremos mostrar la parte bonita, la recuperación, y enseñar cómo son los galgos. Tienen cualidades que ya las quisiéramos los humanos. Fieles, tranquilos, elegantes. Su mirada es impresionante. Dicen muchas cosas con sus ojos».

Te puede interesar también:

‘Las hijas de Antonio López’: un libro sobre la violencia infantil

La portada de Yorokobu empapada de mar

No te pierdas...