El «price placement» y la siesta en el sofa de IKEA
Hasta la fecha, en el cine, tan sólo el ruido de las palomitas, la pesada que no para de rajar o el ex baloncestista que justo se sienta delante de ti constituían las amenazas a las que tenías que hacer frente para afrontar, tranquilamente, una mágica sesión de cine.