¿Me alquilas esa emoción?
Imagínate la escena: otro viernes en el garito de siempre. Ese donde te conocen y al que entras apartando recuerdos con la esperanza de hacer algunos nuevos. Te acompañan algunos de los sospechosos habituales, amigos que pronto te envuelven en un círculo de bromas y anécdotas. La música tiene su punto. La cerveza está fría y los aperitivos se reparten