Esta es la descripción que hace William Burroughs de su primer viaje de ayahuasca en la carta que envió a su amigo Allen Ginsberg desde Colombia:
«Me sentía como una serpiente vomitando el universo o un jíbaro con tocado de colmillos que vomitara al comprender el Asesinato del Universo —mi muerte próxima—, la muerte próxima de todos. Todo a mi alrededor, en los árboles, el ruido de esos animales espectrales y los otros que habían bebido vomitando en la noche en su horrible soledad dentro del universo, vomitando su voluntad de vivir, de ser conservados en este cuerpo, casi… Volví y me recosté…».
El intercambio epistolar entre los poetas fue publicado años después como Las cartas de la ayahuasca (1963) que, como es lógico, desató el interés por el brebaje amazónico entre los hippies de la época, una ola lenta y constante que aún no se ha detenido y que llegará en septiembre a Ibiza vía Conferencia Mundial de la Ayahuasca. «Ibiza ha jugado un papel histórico en la introducción de la ayahuasca en Europa», explica Bia Labate, antropóloga brasileña especialista en religiones ayahuasqueras y una de las ponentes de Aya2014.
Se le atribuyen visiones extraordinarias, curaciones milagrosas y el desarrollo de capacidades sobrehumanas, como la prognosis o la telepatía. Los mitos en torno a la ayahuasca, la situación legal y social de la planta en el mundo y los retos a los que se enfrenta en el futuro son algunos de los muchos temas que se van a tratar en Ibiza, según recalca José Carlos Bouso, director científico de la reunión.
«Desde un punto de vista científico, el interés ha sido tradicionalmente más antropológico y solo en época más reciente ha surgido el interés neurocientífico, aplicando técnicas modernas de neuroimagen para estudiar el efecto de la ayahuasca en el cerebro humano».
En calidad de gran pope español de las drogas, Antonio Escohotado será uno de los encargados de desmitificar algunos de los efectos sobrenaturales atribuidos a la sustancia (en una mesa redonda de expertos, flanqueado por Fernando Sánchez-Dragó y el eminente drogófilo Jonathan Ott):
«Por supuesto que no existe tal cosa como el espíritu de la ayahuasca sino una simple reacción bioquímica. Parece mentira que estamos volviendo al animismo primitivo… Claro que hay espíritu, pero en el sentido de aquello que las cosas son: eso es espíritu. Pero si me hablan del espíritu de la ayahuasca, pues yo hablaré del espíritu de la alfombra que estoy pisando ahora».
Quien ha probado esta planta entra automáticamente en un selecto club, una suerte de logia de iniciados que se reconoce en sus iguales y no tardará en compartir sus experiencias con ella, medicina o droga, según quien tome la palabra.
«La ayahuasca se enfrenta con diversos retos de índole cultural, legal y ecológico», explica Ben de Loenen, impulsor de la Fundación ICEERS, artífice del evento. Si bien es considerada patrimonio cultural del Perú, su legalidad está en entredicho por parte del brazo represor de la ONU, la JIFE, organismo dedicado a la fiscalización de las drogas y que incluye el DMT —el principio activo que produce las visiones de la ayahuasca— dentro de su lista de sustancias prohibidas.
En el cónclave estarán presentes algunos de los mayores expertos de la legalidad de la planta, como el abogado Diego de las Casas, con el objetivo confeso de persuadir a la ONU para sacar la ayahuasca de la ominosa lista: «Solo alguien muy miope o muy fanático puede equiparar la ayahuasca con la cocaína. Más aún cuando aquella es utilizada exitosamente en la desintoxicación de adicciones a otras sustancias más lesivas, algunas de ellas totalmente legales», explica el abogado.
Tal es la mística que despierta la llamada «liana que comunica con los muertos» que existe en varios cultos que utilizan la bebida como sacramento, como la União do Vegetal y la Iglesia del Santo Daime, ambos surgidos en Brasil a principios del siglo XX.
La ambigua situación legal de la ayahuasca provoca algunas situaciones paradójicas. Así, los cultos ayahuasqueros tienen permiso para usar el fármaco, pero no para introducirla en España. Por si fuera poco, es legal en nuestro país, pero no así uno de sus principios activos, la DMT (la triptamina responsable de provocar visiones). En palabras de Juan Carlos de la Cal, fundador de la Iglesia del Santo Daime en España, «el DMT está presente en casi todos los vegetales y seres vivos, así que, por la misma regla de tres, deberían prohibir los tomates».
Unas 200 personas son miembros en activo del Santo Daime en España y es difícil estimar el número que ha probado alguna vez la ayahuasca en nuestro territorio, aunque todos los entrevistados sitúan vagamente la cifra en «varios miles».
El congreso de Ibiza probablemente marcará el devenir de la planta en el mundo en el futuro inmediato. Y también nos deparará interesantes debates entre los ‘espiritistas’ y los ‘racionalistas’:
«Yo no voy a desmitificar nada, pero puede que otros vengan a mitificar. A mí me encantan los mitos, pero me gustan los mitos por su concisión conceptual; pero lo que no puede ser es empezar a descubrir principios divinos de forma arbitraria. Yo propongo santificar el universo, pero algo me dice que no debo hacer lo mismo con el radiador de la sala», concluye Escohotado.
Los chamanes de la ayahuasca confluyen en Ibiza
