¿Cuál es el valor económico y social del diseño?

Podría considerarse que el diseño tiene dos vertientes. Una es la artística. Es la más subjetiva y sobre ella podría escribirse un número ilimitado de libros y desarrollarse un sinfín de interesantes conversaciones que quizá no llegarían a ningún punto o, con mayor probabilidad, llegarían a muchos.
La otra vertiente es mucho más objetiva y medible. Es la que se refiere al diseño como profesión, a su incidencia en las empresas y en la sociedad. BCD (Barcelona Centre de Disseny) y el estudio creativo Toormix creyeron necesario hablar de esas implicaciones económicas y sociales del diseño. Por la seriedad del tema y la información que deseaban plasmar en él, el evento podría haber sido denominado «congreso». Por su estructura y su temática, quizá debería haber sido calificado de festival. Ellos decidieron empezar a innovar ya desde el momento de pensar el naming y organizaron un «congresstival».

El título elegido fue Design is Future: innovation through design congresstival. Se trata de un espacio de encuentro donde se debatirán los roles de los diseñadores en un entorno en el que cada vez cobran más importancia conceptos como design thinking o service design, y se reflexionará sobre la importancia de estos profesionales en la estrategia de las empresas. El tema se tratará a través de conferencias, mesas redondas y actividades de networking.
Esta primera edición se desarrollará en el Disseny Hub Barcelona. Entre los profesionales internacionales que asistirán, convencidos de que el diseño permite que las empresas crezcan y las personas vean mejorada su calidad de vida, están Chiaki Hayashi (Loftwork), Fernando de la Rosa (Foxize School), Sison Pujol (Nomn Design) y Chiara Diana (Frog Design Milan).

El evento se enmarca dentro de la décima edición de la Barcelona Design Week, que tendrá lugar del 8 al 14 de junio y abarcará el resto de áreas relacionadas con el diseño. Su sencillo eslogan, «¡el diseño está aquí!», es toda una declaración de intenciones. Miles de profesionales (once mil en la última edición) se reunirán para echar por tierra el mito de que el diseño es capricho y demostrar sus implicaciones, cada vez más claras, en la economía y en el día a día de las personas. La semana dedicada al diseño la inaugurarán Jackie Xu y John Maeda con su conferencia Design in Tech. Entre las más de 70 actividades de la BDW, destacan también la exposición Timeless Massimo Vignelli, que es un homenaje colectivo sobre el artista; el Food Design Event, creado por Guillem Oliva y Martín Azúa; y el Ecodesign Day: the fixers movement, que trata sobre diseño y sostenibilidad. Además, coincidiendo con el número de la edición, BDW invitará a diez países (en lugar de invitar solo a uno como en ediciones pasadas) que tienen sus propias Design Weeks y participarán en distintos actos.

La semana del diseño no se limitará al Disseny Hub Barcelona, sino que se expandirá por toda la ciudad gracias a distintas entidades adscritas a la iniciativa para que Barcelona sea, durante esos días, un muestrario constante de arte en ebullición.