El escritor Antonio Orejudo afirmรณ que ยซla culpa de que Bรฉcquer nos parezca tan pegajoso no es tanto de รฉl como de sus seguidoresยป. Sรญ, de sus seguidores, de tu abuela, del profesor del cole y de ese novio que te escribiรณ lo de las golondrinas en la carpeta del instituto.
Definitivamente, la imagen que se tiene de Bรฉcquer es pura melaza. Sin embargo, el sevillano no tendrรญa mucho problema de aguantarle a Bukowski una noche de juerga. De hecho, tal vez el estadounidense se fuera a casa y Bรฉcquer continuase cerrando bares, prostรญbulos o los afters de la รฉpoca.
A pesar de la imagen de poeta romรกntico y respetable que de รฉl dan los libros de texto, Bรฉcquer era un juerguista bastante punk.
Sus amigos lo definieron como ยซalgo arrogante y juerguista, soรฑador y orgullosoยป y รฉl no hizo nada por desmentir esa imagen. Al revรฉs. La confirmรณ viajando a Madrid con la intenciรณn de triunfar como escritor pero tuvo que conformarse con trabajos de muy diversa clase. Los mรกs satisfactorios estaban mal pagados. Los mejor remunerados eran tan poco agradables como el de censor de novelas.
En pleno siglo XIX, el empalagoso romanticismo del poeta estaba mรกs que superado por otro movimiento literario: el Realismo. Sin embargo, รฉl se mantenรญa, erre que erre, en lo del amor eterno y lo del arpa arrumbada en un rincรณn, posiblemente como truco para conquistar a inocentes damas, o no tan inocentes.
Con las hermanas Espรญn, por ejemplo, no le funcionรณ esa estrategia. Aunque les regalรณ รกlbumes llenos de poemas y dibujos, Julia y Josefina no le correspondieron. Ademรกs de darle calabazas, acabaron deshaciรฉndose de esos valiosos รกlbumes que ahora se atesoran en la Biblioteca Nacional. Ellas deseaban ser damas de la alta sociedad y la vida bohemia de Gustavo Adolfo no encajaba en sus planes.
Mucho mรกs receptiva estuvo Casta Esteban Navarro, a quien conociรณ en 1860 en la consulta del doctor Francisco Esteban. Bรฉcquer acudรญa con frecuencia a ella para seguir un tratamiento contra una enfermedad venรฉrea, posiblemente sรญfilis. Ella acudรญa allรญ, vaya usted a saber por quรฉ.
El hecho es que Gustavo Adolfo Bรฉcquer y Casta Esteban Navarro se gustaron y, un aรฑo despuรฉs, contrajeron matrimonio. La relaciรณn no tardรณ en hacer aguas. Bรฉcquer nunca renunciรณ a su vida disoluta y su esposa decidiรณ no quedarse de brazos cruzados. En un alarde de liberaciรณn femenina para la รฉpoca, se buscรณ un amante. O varios.
La situaciรณn no gustรณ al poeta. Menos aรบn le gustaron los rumores que comentaban que el tercero de sus hijos no era de รฉl. Finalmente decidiรณ separarse de su esposa, poner tierra de por medio y establecerse en Toledo.
En la ciudad castellana sucediรณ una de las aventuras mรกs gamberras de Bรฉcquer. Una noche de juerga, el poeta, como si se tratase de un grafitero cualquiera, estampรณ su firma en la portada del Convento de San Clemente. Una hazaรฑa para la que contรณ con la ayuda de su amigo Yldefonso Nรบรฑez de Castro, que tambiรฉn puso su tag en el monumento.
Lo mรกs sorprendente de todo es que el lugar elegido estรก a mรกs de cinco metros de altura. Por esta razรณn, se cree que Nรบรฑez de Castro subiรณ a sus hombros a Bรฉcquer, que habrรญa hecho lo propio con su amigo. Tampoco se descarta que utilizasen una de las escaleras que utilizaban los serenos para encender los faroles.
Aunque siempre se creyรณ que este hecho era una leyenda, en 1915 el diario El Eco Toledano publicรณ la historia. Sin embargo, para preservar el grafiti, los responsables del periรณdico decidieron no revelar el lugar donde habรญa sido realizado. No sirviรณ de nada. Al dรญa siguiente, El Diario Toledano, competencia de El Eco de Toledo, desvelรณ con pelos y seรฑales el lugar en el que se encontraban las firmas del poeta y su amigo.
Gustavo Adolfo Bรฉcquer falleciรณ en Madrid en 1870 a consecuencia de una serie de complicaciones que unos autores relacionan con la tuberculosis, una pulmonรญa o la sรญfilis. Tenรญa 34 aรฑos y era un escritor que se habรญa bebido la vida pero no habรญa conseguido ver publicada su obra poรฉtica.
ยซSi es posible, publicad mis versos. Tengo el presentimiento de que muerto serรฉ mรกs y mejor conocido que vivoยป, les dijo antes de fallecer a sus amigos, quienes pusieron en marcha una especie de crowdfunding: recaudaron dinero entre sus conocidos y publicaron una primera ediciรณn de sus Rimas.
De esta forma, el รบnico libro que Bรฉcquer vio publicado en vida fue Los Borbones en pelotas. Este volumen satรญrico, editado de manera clandestina y anรณnima por razones obvias, mostraba a los miembros de la familia real como esclavos de las mรกs bajas pasiones y aficionados a perversiones realmente retorcidas.
Aunque recientemente algunos autores han puesto en duda la autorรญa de Bรฉcquer, tradicionalmente se ha afirmado que los dos hermanos, Gustavo Adolfo y Valeriano, fueron los responsables. Uno habrรญa hecho las acuarelas y otro los procaces textos como si fueran dos punks haciendo fanzines, pero en el siglo XIX.
Contรฉ hace 10 aรฑos esta historia en CRETINOLANDIA y fue un รฉxito enorme. El personal alucinaba. Muy oportuna el volver a ponerlo ahora. Cuanto mรกs pasa el tiempo mรกs dificil parece hacer una cosa similar.
http://cretinolandia.blogspot.com.es/2007/02/los-borbones-en-pelotas.html
[โฆ] Bรฉcquer era un poco punk [โฆ]
Son tantas la inexactitudes; tantas las omisiones interesadas; la cita (ยกincluso entrecomillada!) del deseo de Bรฉcquer antes de morir, tan absolutamente espuriaโฆ En fin, tan bรกrbara la apreciaciรณn del sentir de Gustavo Adolfo Bรฉcquer que -con absoluta distancia, naturalmente- constituye una monumental sandez. No es bonito lo que cuento, ni lo pretendo; pero, antes de abordar un asunto grave de la literatura es imperativo informarse mรกs allรก de la superficie (de modo secante y no tangente); de modo que esa semblanza del poeta tardorromรกntico sevillano no se sabe si quiere ser graciosa, si displicente, si ยซmodernaยป, si ยซpunkยป, si pop, si indie si tabernaria, si synth pop, nu metal o quรฉ leches finalmente es. Espaรฑa sigue siendo una deformaciรณn grotesca de la civilizaciรณn europea .
[โฆ] 5. Bรฉcquer era un poco punk [โฆ]