Breaking Bad: el camino del villano

El camino del héroe es la base de la mayoría de las historias de justicieros, héroes y superhéroes. Todos podemos predecir la historia de un héroe: comienza siendo un pringado; descubre o adquiere un poder o recibe un objeto poderoso; lucha contra sus enemigos y consigue su recompensa. El villano sigue el mismo camino, palmo a palmo, pero acaba en callejones oscuros.

(Spoiler Alert)

EL MUNDO ORDINARIO

¿Conoces a Walter White? Es el protagonista de la serie Breaking Bad. Es un cincuentón con una mujer embarazada y con un hijo con parálisis cerebral. En el desayuno habla de facturas con su mujer y la posibilidad de tener un tercer empleo. (¡Tres empleos con la crisis! Eso sí que es una hazaña).

Walter trabaja como profesor de química en un triste instituto y por las tardes como lavacoches. Los alumnos lo ningunean y el jefe del lavado de coches lo trata con la punta del pie.

UNA CATÁSTROFE

Aunque el héroe vive en un mundo ordinario, es un mundo en calma. El villano también vive tranquilo. Una catástrofe hace tambalear ese mundo: unas veces será la muerte de la esposa o los padres o los tíos. La catástrofe de Walter es el cáncer de pulmón.

Walter White sabe que cuando muera dejara un montón de deudas a su esposa y a sus hijos. ¿Qué puede hacer?

QUIEN TIENE UN GRAN PODER, TIENE UNA GRAN RESPONSABILIDAD

Después de la catástrofe, los héroes toman conciencia de su poder. Los villanos, también. El poder de Walter es la química.

En este punto, Walter no escoge el camino de los héroes, si no el de los villanos: es el mismo, pero en sentido contrario.

Walter crea metanfetamina pura con forma de cristalitos azules. Estos cristalitos tienen el poder de Excalibur: quien maneje los cristalitos dominará el mundo (al menos, el estado de Nuevo México).

EL DISFRAZ DEL VILLANO

Un villano en condiciones necesita una máscara o un disfraz, y un nombre que impacte.

Walter White se compra un sombrero negro para cubrir la cabeza rapada y unas gafas oscuras. Un atuendo sencillo que con el tiempo se convierte en la marca de Heisenberg. No es mal nombre de villano el de un tipo que intentó construir la bomba atómica para los nazis.

LAS PRIMERAS AVENTURAS

Los comienzos no son fáciles ni para los héroes ni para los villanos. Llega un momento en el que se piensa abandonar la misión. Pero no hay vuelta atrás. Se han adquirido responsabilidades y deudas morales. Y es más fácil estar metido en líos que salirse de ellos.

LOS VILLANOS DE LOS VILLANOS

Un villano tiene como archienemigo un héroe. Pero un villano también tiene que lidiar con otros villanos.

Walter White tiene que convertirse en el lobo entre los lobos. Para su tarea cuenta con un fiel ayudante (Pinkman) y una especie de mentor (un abogado corrupto). Con el tiempo, Skyler, la esposa de Walter, forma parte del eje del mal.

LAS DUDAS MORALES DEL VILLANO

Cuando la misión es complicada, el héroe tiene la tentación de pasarse al lado oscuro. Quizá sea un camino fácil, se piensa. Pero cuando uno está en el lado oscuro, sólo hay una duda: «¿Hasta dónde estoy dispuesto a llegar para salirme con la mía?»

Y Walter White llega lejos, demasiado lejos. Sólo le importa su familia. Los demás, incluidos los amigos, son peones en su juego.

ACABAR CON LOS ENEMIGOS

El último paso para convertirse en héroe es acabar con los malos de una vez y para siempre. También un villano debe acabar con los otros villanos.  Sólo puede quedar uno. Y ese es Heisenberg, uno de los mayores canallas de la ficción.

Breaking Bad atrapa porque es una (retorcida) historia de superación: hemos visto a Walter White saliendo de la nada y llegar arriba. Y nos gusta, aunque la cúspide está hecha sobre sangre, sudor y lágrimas (ajenas).

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