Pelos, pedos y estrías: el realismo y feminismo de Cécile Dormeau

De adolescente, Cécile Dormeau estaba acomplejada con su pelo, sus tetas y su tripa. «No un poco», puntualiza, «estaba obsesionada, me veía a mí misma como un monstruo». En algún momento de su transición hacia la vida adulta, Dormeau comprendió que el problema no estaba en su tripa, ni en sus tetas, ni en su pelo. Estaba en su cabeza. También se dio cuenta de que no era la única que tenía este problema, reparó en que un montón de chicas a su alrededor se sentían acomplejadas, eran amonestadas por la sociedad por algo tan trivial como su aspecto físico. Fue entonces cuando se puso a dibujar.

En una sociedad obsesionada con cómo deberían verse las mujeres, Cécile Dormeau las dibuja tal como son. Su realismo es costumbrista, reivindicativo y divertido. Algo muy alejado de lo que acostumbramos a ver en Instagram, y sin embargo, es en esta red social donde amasa 130.000 seguidores. «Todos sabemos que las redes sociales son la mejor forma de compararte a ti mismo con otra gente y deprimirte», explica esta ilustradora francesa. «Compararte con cuerpos perfectos, viajes, novios adorables, fiestas, restaurantes… Mis ilustraciones son una forma de romper ese falso ciclo-perfecto-de-vida-super-feliz-de-rico».

cecile_dormeau_sundaytimes_desire

«No todas somos chicas fitness», espeta la artista, «a veces preferimos un trozo de pizza al apple diet challenge. Esos post motivacionales rollo «que le den a todo, coge ese avión y viaja por el mundo» están muy bien pero ¿qué pasa si estás sin un duro y sufriendo para para el alquiler? A veces estamos tristes, deprimidas o cabreadas. A veces rompemos, a veces tenemos problemas con nuestra pareja o incluso podemos ser felices solas».

Dormeau tiene un discurso apasionado y crítico, pero no pierde de vista el humor que impregna cada una de sus viñetas. En cualquier caso, la artista define Instagram como «una especie de competición infinita sobre quién es más feliz y exitoso», aunque reconoce que hay excepciones. Se siente «orgullosa y feliz» de poder considerarse una de ellas.

[pullquote ]Las redes sociales son la mejor forma de compararte a ti mismo con otra gente y deprimirte. Mis ilustraciones son una forma de romper ese falso ciclo-perfecto-de-vida-super-feliz-de-rico[/pullquote]

Dormeau habla sin tapujos de pedos y pelos, de tetas caídas y chichas rebeldes o de surrealistas visitas al ginecólogo. Todo de forma natural y divertida. Considera importante «abordar estos temas desde el humor», pues de esta forma «se ayuda a desdramatizar todo lo relacionado con la propia imagen, a cuestionar las reglas sociales».

04_21

Le hace especial ilusión cuando alguna seguidora se ve reflejada en sus ilustraciones. Cuando ríe con ellas o de ellas. Algunas incluso la escriben para explicarle cómo sus ilustraciones les han ayudado a aceptarse o a darse cuenta de una situación o realidad que necesita ser cambiada. «Compartir estos problemas y ver que pueden ayudar a algunas personas me ha ayudado a mi también, por supuesto», reconoce. «Ahora veo que podemos ayudarnos entre nosotras, que podemos hacer que las chicas tengan más seguridad en sí mismas».

Pero no todo son felicitaciones y parabienes. Cuestionarse las reglas estéticas le ha granjeado no pocas críticas. «Hay gente que me insulta, me acusa de glorificar la obesidad o de promocionar que las chicas sean gordas y feas», confirma. Incluso hay quien considera sus ilustraciones «ofensivas» y la acusa de reírse de las imperfecciones de la gente.

cecile_dormeau_04

Llevamos un rato de entrevista y apenas hemos hablado de ilustración. ¿Le molesta a Cécile Dormeau que el feminismo y los complejos corporales sean el centro de atención cuando se analiza su trabajo? «Para nada», asegura. «Uso mis dibujos principalmente para expresar mis ideas y sentimientos».

Eso hace que a veces, Dormeau tenga muchos sentimientos y poco tiempo para plasmarlos. A veces las ideas vienen y ella realiza la ilustración a toda prisa, ya que, en su caso, «la espontaneidad es la mayor parte del proceso creativo». En ese sentido, explica, Instagram la ha ayudado mucho y la mantiene activa y a buen ritmo.

Sin embargo, el ser tan prolífica y tan impulsiva, el darle tanta importancia al mensaje, a veces mina su confianaza y hace que se replantee si sus ilustraciones son suficientemente buenas. Reconoce que quizá sufre el síndrome del impostor, quizá algún tipo de complejo. No cae en que de adolescente también tuvo otros complejos. Que entonces los solucionó dibujando. Que ahora, probablemente, acabe haciendo lo mismo.

cecile2

 

tumblr_ntuftqxwrt1rxowjfo1_1280

Último número ya disponible

#142 Primavera / spring in the city

Sobre nosotros

Yorokobu es una publicación hecha por personas de esas con sus brazos y piernas —por suerte para todos—, que se alimentan casi a diario.
Patrick Thomas

Suscríbete a nuestra Newsletter >>