Hace muchos años cuando trabajaba en otra empresa, un diseñador muy jovencito estaba hablando con otra persona de la oficina. Esta persona le estaba contando que tenía el ipod lleno de canciones a rebosar y que no entraba ni una más.
Ante ese comentario, la pregunta del joven diseñador fue si ahora el ipod pesaba más que cuando estaba vacío. Recuerdo que todos nos quedamos mirándole sorprendidos, porque los datos de internet, los ceros y unos, no pesan. Es cierto que no pesan, pero tampoco es oro todo lo que reluce. Porque pesar no pesan, pero sí contaminan.