Se han desbordado ríos de sangre, un meteorito se dirige a la Tierra, una plaga de langostas asola África y han cerrado los bares por el COVID-19.
No sabemos qué más señales necesitas para saber que lo del coronavirus va en serio, pero necesitamos que te cuides y que seas cuidadoso con los que te rodean. Todos subestimamos una situación que se ha puesto fea y ha llegado el momento de quedarse en casa, de no ser potenciales vectores de transmisión de la enfermedad, de pensar en algo más que en nuestra comodidad y de dejar algo de papel higiénico a los demás, cabrones, que llevo tres días sin papel. Ahora es cuando uno se da cuenta de la importancia del bidé.
Recomendaciones del Ministerio de Sanidad
Ya sabemos que puedes encontrar estas recomendaciones en más sitios, pero creemos que es muy importante que las sepamos de memoria y las adoptemos todos de manera inconsciente.
Por favor, tenlas en cuentas, que el coronavirus no se va a ir solo.
- Lávate las manos con frecuencia. Esto está bien en cualquier época de la vida y en cualquier momento del día porque si no es el coronavirus, son las lombrices intestinales. Pero ahora es de una trascendencia crítica. Lávate las manos con cuidado y meticulosidad. Llegarás lejos en la vida con las manos limpias.
- Si toses o estornudas, cúbrete la boca y la nariz con el codo flexionado. De manera muy solemne y sobreactuada pero efectiva, al fin y al cabo. ¿Puedes chuparte el codo? PUES AHORA NO LO HAGAS.
- Usa pañuelos desechables para eliminar secreciones respiratorias y tíralo tras su uso. En cuanto todo esto acabe, dejaremos de ser tan relajados con los productos desechables y volveremos a utilizar cosas que se puedan usar más de una vez. PERO ESTAMOS EN UNA LUCHA POR LA SUPERVIVENCIA DE LA ESPECIE HUMANA, JODER. Bueno, es broma, pero ya nos entiendes.
- Si presentas síntomas respiratorios, evita el contacto cercano con otras personas. Y si no, también, que muchos contagios se producen en personas asintomáticas. Apunta los besos y abrazos que debas y ajusta cuentas cuando todo esto acabe.
- Evita tocarte los ojos, la nariz y la boca, ya que las manos facilitan su transmisión. Y aquí viene lo complicado. ¿Por qué? Lee un poco más abajo, justo después de la pausa musical.
Aquí te dejamos más información.
¡No puedo dejar de tocarme la cara!
Como explica Wired en este artículo, la ciencia tiene una explicación a por qué no eres capaz de estar sin tocarte la cara y la cosa tiene pinta de estar relacionada con el estrés.
«Un estudio reciente realizó ultrasonidos en 15 mujeres desde la semana 24 hasta la semana 36 de sus embarazos y descubrió que los fetos tenían más probabilidades de tocarse la cara con las manos izquierdas cuando las mujeres informaron sentirse estresadas», señala Wired.
En adultos, también existen pistas que conducen al mismo motel de carretera. «Un estudio en Alemania analizó la actividad eléctrica del cerebro de 10 adultos jóvenes mientras completaban una prueba de memoria mientras escuchaban sonidos desagradables desde un altavoz. Una asociación entre los sonidos estresantes y el agarre voluntario (con ambas manos) de la nariz, las mejillas o la barbilla, así como los cambios posteriores en su actividad cerebral, llevaron a los autores del estudio a especular que el «autotoque facial espontáneo» ayuda a las personas a regular las emociones».
Lo de tocarse la cara ocurre también en perros, gatos o ardillas. A diferencia de los animales, las personas tenemos también un propósito social en esto que, por una vez y en época de reclusión, no va a afectarnos. «En un artículo de 2015 publicado en la revista eLife, científicos israelíes conectaron a voluntarios a dispositivos que medían el flujo de aire a través de la nariz. No les dijeron a los participantes la razón y los filmaron en secreto mientras conocían a gente y les estrechaban la mano. El experimento apuntó a que los voluntarios a menudo se llevaban las manos a la nariz después de estrechar la mano de otras personas del mismo género. Y cuando lo hicieron, el flujo de aire a través de sus narices se duplicaba. Según los científicos, esto sugiere que los sujetos no se rascaban porque les picase sino que probaban los olores de las personas que habían conocido».
El artículo de Wired cuenta muchas más cosas que puedes leer aquí, pero sobre todo es un consuelo para estos días de coronavirus, ya que la naturaleza nos ha puesto un reto para el que no nos ha preparado: no tocarnos la jeta.
Mudanza al indoor
Toca lo que toca. Y lo que toca es encerrarse. Un buen puñado de personas, artistas e instituciones han decidido plantear una alternativa digital al aniquilamiento de la vida social presencial al que asistimos estos días.
El Espacio Fundación Telefónica ha preparado un menú que incluye el acceso a publicaciones, charlas y podcasts.
La Casa Encendida le ha puesto nombre a ese traslado: #MeQuedoEnCasa. Su propuesta recoge, textualmente, «listas de música de Spotify, conferencias en el canal de YouTube y Vimeo, material pedagógico o un club de lectura en Facebook».
Un montón de solistas y bandas que se han quedado varados en medio de la nada a causa del cierre de las salas y los teatros han decidido llevarte la música a través de Instagram.
El #YoMeQuedoEnCasa Festival reune a decenas de bandas que darán conciertos por streaming del 16 al 27 de marzo. Toda la información está aquí.
Viajes de papel
Dado que los libros nos sirven para viajar sin tarjeta de embarque y que, hoy por hoy, irse es temerario, te traemos una sugerencia para trasladarte al Trastevere.
Del Trastevere al paraíso es un relato ilustrado de Felipe Hernández Cava y Antonio Santolaya. Un relato acerca del pasado, la huida y la memoria para hacer algo más llevadera esta espera hasta la victoria final.