Mariana Alija y Armando Orbón se hacen llamar Alija. Hace siete años se aficionaron a subir fotos a un banco de imágenes. Con el tiempo, se dieron cuenta que esta afición podría convertirse en su profesión y abandonaron sus respectivos trabajos. Hoy cuentan con más de 3.000 ficheros subidos y 70.000 trabajos vendidos.
“Escuchamos hablar por primera vez de iStockphoto y el microstock en una página web, donde compramos nuestra primera cámara digital”, dice Mariana Alija, “ A partir de entonces, empezamos hacer fotografías y a subirlas compulsivamente en el banco de imágenes sin pensar que pudieran tener demasiada repercusión”.
Un año más tarde y con más de un centenar de imágenes subidas, la pareja asistió al
iStockalypse de Barcelona, una gran cita para todos los colaboradores de esta plataforma en la que se intercambian conocimientos, experiencias y se realizan talleres, entre otras actividades. Allí se les ofreció la posibilidad de participar de manera más activa en iStockphoto, convirtiéndose en inspectores, figura responsable de filtrar los archivos subidos a la plataforma para asegurar que estos cumplan con los estándares de calidad marcados por la compañía.
Fue justo en ese momento cuando se plantearon si debían dejar o no sus respectivos trabajos. Mariana por aquél entonces trabajaba como diseñadora en una empresa de productos para el hogar y Armando trabajaba como consultor tecnológico. Finalmente, optaron por dedicarse plenamente a una de sus mayores aficiones, la fotografía.
Después de llevar 7 años colaborando con el banco de imágenes, afirman que su trabajo se ha convertido en una especie de adicción, les cuesta apartarse del ordenador y podrían pasarse días enteros sin desconectar subiendo y retocando fotos. Por ello, se ponen unas horas límites en las cuales apagan su centro de trabajo para dar una vuelta y salir con los amigos.
Todo este esfuerzo y dedicación tiene su recompensa al ver sus trabajos publicados en
revistas, anuncios, webs, blogs, etc. Como por ejemplo la imagen que se utilizó en una de las campañas de Natura o en la portada de Snipe, la revista londinense sobre música, arte y cultura.