«PELIGRO PERROS». Las señales que lucen en la entrada de algunos hogares alertando de la presencia de un perro en su interior suelen seguir una pautas de diseño previsibles. Contrasta esto con Nepal, un país en el que hasta hace muy poco la forma más extendida de hacer estos carteles consistía en encargárselo a artistas que los elaboraban a mano. Pero las garras de la modernidad amenazan la supervivencia de esta tradición. Muchos nepalís prefieren recurrir a diseños digitales que resultan más baratos. Intrigada por esta cultura visual amenazada, a la estadounidense Michelle Page se le ocurrió una idea interesante para mantenerla a flote.
En 2007, la exeditora de cine creó Nepal Art Dogs, una tienda de comercio justo que comercializa estos carteles en su web y en algunas ferias de Estados Unidos. Los interesados en comprar las señales pueden hacerlo por encargo o bucear entre las más de 70 razas que están representadas en la web de la iniciativa (con el añadido humorístico de poder tener una ilustración a mano de un chihuahua junto a las palabras «Danger Dog» o «Be Aware of the Enlightened Dog»). La web ofrece además carteles de gatos, caballos, gallinas e incluso de Obama.
Page insiste en su página que paga un salario justo a cada pintor que realiza los encargos. «Les ofrecemos un sueldo digno. Les pago el precio que piden y a veces más. Les doy aumentos cada vez que visito y no pido descuentos».
«Estos artistas están pasando por un momento complicado. Su trabajo desaparece a una velocidad alarmante. Las expansiones de carreteras que se han realizado recientemente en Katmandú les están afectando mucho. Sus estudios están siendo demolidos. Los pequeños negocios viven de clientes que vuelven pero esos clientes no tienen dónde volver para encargar más trabajos», añade en su site.
La solución de Page puede ser uno de los únicos recursos que les queda para salir del agujero y de salvaguardar esta cultura visual.
(Visto en: It’s Nice That)
Cuidado con el perro pintado a mano
