Cursos de Verano Yorokobu: Fotografía para paquetes (III)

La profundidad de campo. Desde las rodillas hasta la tele.

Este tema es tan sencillo que es complicado de explicar.

En realidad la profundidad de campo es la cantidad de espacio enfocado que hay cuando haces una foto. O sea, si apoyas los pies en la mesa y te haces una foto a los pies, enfocas a los pies y a lo mejor sale enfocado, hacia ti hasta las rodillas, y por detrás de los pies, hasta la tele… esa seria la profundidad de campo: desde las rodillas hasta la tele.

Pero claro no podía ser tan fácil. Porque la profundidad de campo se puede modificar según quiera cada uno. Y ahí entran en juego otras cosas.

La primera ya la conoces y la controlas mejor que tu esfínter, es el diafragma. Si abres mucho el diafragma ya sabes que entra más luz, pero también ha un efecto secundario, y es que la profundidad de campo es menor. O sea a lo mejor solo están enfocados tus pies y la tele de detrás empieza a difuminarse. Eso está bien, se hace mucho en el cine, los desenfoques molan y se consiguen generalmente a base a aperturas de diafragma.

Si por el contrario cierras el diafragma además de que entre menos luz, aumente la profundidad de campo, y puede que el enfoque te llegue hasta las rodillas de cerca y hasta la tele el infinito y más allá de lejos… O sea todo lo que ves está enfocado.

Importante, no te mosquees, todo esto no lo verás en la pantalla mientras haces la fotos, sino solo cuando ya la has hecho. La cámara trabaja siempre con el diafragma abierto en previo. Lo irás viendo cuando abras la foto ya hecha.

La otra cosa que afecta a la profundidad de campo es el objetivo que uses. Y te cuento cómo afecta en dos patadas en la próxima entrega…

 

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