Terminando la obra de Dalí, Pollock y Warhol

A un creativo, lo justo es corresponderle con su misma moneda: creando. Más aún si es el caso de alguno de esos escultores de la imaginación de generaciones y generaciones de nuevos inspirados. Bajo esa máxima la editorial Laurence King ha decidido lanzar una serie de monografías de artistas ilustradas que se presentan en forma de guías visuales. This is… , el título que precede a cada una de las eminencias elegidas por tomo, ya le ha puesto trazos y bocadillos a la vida de Jackson Pollock , Salvador Dalí y Andy Warhol. Y no son a los únicos a los que piensan sacarles los colores.
Se encargan de dibujarlas creativos emblemáticos. Según explica la publicación Creative Review, el prestigioso ilustrador Andrew Rae ha firmado los tomos dedicados a Warhol y Dalí; y su compañero de gremio australiano, Peter Arkle, se apunta el tanto de esbozar a Pollock. Y a la espera de que sus biografías se escriban en tipografía de cómic están por el momento los fantasmas de Bacon y Gauguin, «que serán ilustrados por artistas con estilos muy diferentes», promete el portavoz de la editorial.

Catherine Ingram, la historiadora de arte independiente que pone la idea y las letras a esta serie de títulos que combinan fotografía de archivo, textos e imágenes del trabajo y la vida de los artistas, afirma que «las ilustraciones se encargan especialmente de destacar anécdotas personales y momentos clave de las carreras de estos personajes».
La idea de hacer esta serie se le ocurrió después de elaborar junto al autor Julian House una guía para niños. Hacía falta ponerle imágenes atractivas a la Historia. «El trabajo Warhol, el de Dalí y el de Pollock han sido motivo para muchos libros de texto y tomos de mesa de café, pero esta serie lo que quiere ofrecer es una guía más informal, dirigida visualmente a su arte. Lo comparo con el recuerdo recurrente que tengo de un hombre en el metro de París con un libro de filosofía metido en el bolsillo de atrás del pantalón. Ese concepto es lo que quería recrear, esa actitud informal a la vez que seria».

Los ilustradores tienen prohibido marcar la misma muñeca en cada uno de estos tomos de 80 páginas. Así la editorial explica que si por ejemplo las ilustraciones de Dalí de Rae contienen cierta opulencia, las que ha elaborado él mismo de Warhol son relativamente sombrías. Cada una tiene su inspiración y finalización propia. «Había una buena veta pop en la obra de Rae, por eso era el indicado para hacer a esos dos autores, mientras que el estilo documental de las ilustraciones de Peter eran una vía natural para realizar los dibujos bohemios de Pollock», dice Ingram. El equipo artístico opina que la variedad de ilustradores y estilos creará una conversación abierta de la serie con los lectores.
Según indicaba Ingram a CR, «la ilustración ofrece una manera de destilar el ambiente de la época y de la vida de estos artistas», la autora asegura que existe una cantidad de investigación increíble en cada imagen del libro, y que su intención es que «al lector le vengan las ideas a través de lo visual, la herramienta con la que debe destapar el mundo del artista, haciendo sus propias conexiones, sin recibir lecciones», añade . «Estos ilustradores fueron elegidos por su capacidad para complementar la obra del artista retratado».


Las publicaciones This is tienen 22 centímetros de longitud porque la editorial quiso que no fuesen ni tan grandes como dejar de ser íntimas ni tan pequeñas como para empobrecer las imágenes. Lo de dentro son pequeños textos en fondo negro y mucho dibujo de lápiz de primera línea. «La atención Rae y de Arkle al detalle es impresionante», considera Ingram. «Sus obras ayudan a pintar un cuadro vivo del entorno y las crianzas de los artistas, traer a la vida momentos personales que son difíciles de ilustrar a través solo de texto».
Las intenciones de la ideóloga de esta serie eran salirse de lo que enseñan las imágenes reales para completar la historia. «La vieja fotografía de archivo es maravillosa, pero en ella solo se alcanza a ver lo que había en ese momento», esgrime; «la ilustración, sin embargo, abre la oportunidad de recrear la vida vibrante del Vanguardismo, de revelar escenas potentes de la vida de estos hombres, en definitiva, de mostrar los eventos que no fueron capturados por la cámara».