Defeca en un campo de golf desde hace diez años y nadie consigue localizarlo

11 de agosto de 2015
11 de agosto de 2015
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El jardinero de un campo de golf noruego está harto de encontrarse zurullos después de diez años y restos de papel higiénico en varios hoyos cada semana. Y siempre en un día entre el lunes y el viernes para más señas.
El hombre, del cual se desconoce cualquier dato significante que pudiera ofrecerles una pista, acude al lugar del delito en bicicleta de noche. Allí deja el recado y se va por donde ha venido sin dejar más huella que la de las ruedas de la bici y la tamaña deposición.
Incluso los responsables del campo de golf ordenaron colocar unos focos para intentar disuadirle. Pero nada, el artista está empeñado en seguir con la hazaña y los desconecta.
Por el tamaño de la ofrenda, el jardinero, especializado en defecaciones humanas después de una década, está convencido que se trata de una caca de macho —¿ibérico?— debido a las dimensiones de la deposición. Además, en todo este tiempo ha seguido con detenimiento la evolución de su tamaño y grosor. «Los primeros años fueron heces relativamente duras, pero la consistencia ha cambiado», dice convencido al diario noruego rogalandsavis.no
Después de analizar y reflexionar los hechos de la noticia, llegamos a la conclusión de que la razón por la que uno defeca en un campo de golf debe de estar entre una de las siguientes:
– Odia el golf.
– Su mujer le dejó por Tiger Woods.
– No tiene váter en casa.
– Le gusta cagar al aire libre.
– De pequeño le atravesó el cerebro una bola de golf.
– Ama el olor a caca en la naturaleza.
– Es ecologista, sólo pretende abonar la tierra.
– Tiene alergia a los urinarios.
– Le gusta joder al prójimo.
– Otros.
Con información de Strambotic, Andalucía Golf y rogalandsavis.no

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