Una mujer que actúa como fiscal en una región del noroeste de Argentina ha sido sorprendida en una casa abandonada desnuda con un expresidiario que supuestamente había cometido en julio un crimen y había recibido la libertad días atrás, según narra Diario Uno.
Los vecinos de la zona alertaron a la policía por los gemidos que procedían de la vivienda abandonada. Pronto estos se acercaron a ver la escena y se encontraron el pastel en plena efervescencia. No dudaron en sacar el móvil y hacer fotos del acto, algo muy típico en estos días, pero la policía exhortó a la pareja encendida a vestirse para llevarlos a comisaría, y a los demás a volver a sus aposentos (imaginamos que a comentar el material bruto del improvisado rodaje).
Dicen que es importante separar el trabajo del amor, por aquello de mantener una distancia y conseguir así la independencia. Sobre todo si te dedicas a menesteres ligados a la justicia, esa que representa una mujer con los ojos vendados y una balanza en permanente equilibrio para que, por ejemplo, nadie se caiga de la cama. La fiscal será sometida ahora a un interrogatorio para esclarecer si tuvo algo que ver con que el preso consiguiera la ansiada libertad.