Monta una carrera de drones en el jardín de tu suegra

Empecemos por donde hay que empezar.

Sin riesgos de traumatismos craneoencefálicos —salvo en el caso de colisión entre piloto y artefacto— y con un presupuesto bastante inferior al de tener una escudería de Fórmula 1.
Era el paso lógico. Las carreras de coches y aviones a radiocontrol existen desde hace años. Que la conquista de los cielos se hiciera económica y, por lo tanto, popular era una cuestión de tiempo.
Las carreras de multirrotores o multicópteros (a la comunidad de pilotos no les gusta la palabra drones por sus connotaciones de máquina de guerra usada por EE UU) están experimentando un importante crecimiento en todo el mundo.
«Me quedé enganchado. Monté mi primer cuadricóptero y volaba, pero era torpe. Estaba pensado para vuelos más bien estáticos y de filmación. No me acabó de gustar mucho porque me parecía aburrido y estuve a punto de dejarlo. Después me monté uno de los que consideramos de carreras y todo cambió».
El que cuenta esta historia es Fer, piloto de drones de carreras. Comenzó con un cuadricóptero de juguete, pero el aumento de su conocimiento en esta disciplina le ha llevado a ser el cofundador, junto a tres amigos aficionados a la tecnología, de Drones de Carreras, una comunidad especializada en carreras FPV con multirrotores de competición; vamos, en carreras de drones, para los no puestos en el tema.
De la afición a la competición hubo solo un paso. «Decidimos crear el equipo DDCteam, compuesto en la actualidad por 14 integrantes. Solemos quedar para volar y pasarlo bien y, debido a la competitividad sana surgida entre nosotros, decidimos involucrarnos directamente en la organización de este tipo de carreras. En vista de que en España aún no existe un circuito de carreras de estas características, estamos trabajando actualmente para definir un circuito nacional permanente a partir de 2016», explica Fer.
De momento, para este 2015 hay previstas dos carreras en la península además de las competiciones a nivel europeo.
Los drones de carreras son más sencillos y ligeros que los que ya estábamos acostumbrados a ver filmando en los cielos de ciudades y campo. Fer explica que necesitan que sean «resistentes, con mucha potencia y fáciles de transportar. No necesitamos GPS. Mientras que en filmación aérea se persigue tener una imagen perfecta y sin movimientos bruscos, nosotros perseguimos ser los más rápidos en un circuito».

Come fly with me

Aunque la curva de aprendizaje es relativamente rápida, Fer recomienda tener experiencia con aparatos de radiocontrol antes de lanzarse a competir. «Se puede empezar con un multicóptero de juguete para ir cogiendo destreza. En caso de querer pasar a un multirrotor de competición directamente, necesitas tener sobre todo ganas de aprender. Tendrás que soldar y tener claros algunos conceptos de electrónica, aunque no es nada difícil».
El precio de estos «juguetes» oscila entre los 40€ de los multicópteros de juguete más económicos, «pasando por unos 400 o 500€ de uno para poder competir o lo que quieras gastar en componentes para mejorar el que ya tienes. 1.000, 2.000€… El cielo es el límite :-)».
Pilotad con cuidado.

No te pierdas...