E1000 invita a no mirarse el ombligo

Sigue habiendo mucha gente que no ve lo que tiene enfrente, que le cuesta ver más allá de su nariz e incluso de su propio ombligo. E1000 nos invita a mirar las cosas detenidamente. Es un artista madrileño que juega con materiales y elementos convencionales y trata de realzarlos para que no pasen inadvertidos.
Así, una alcantarilla se convierte en un pedestal, una esquina deja de serlo y las verjas de los portales se convierten en lienzos que esconden números y letras. Solo hay que aprender a mirar con ojos más curiosos.
E1000 se considera un potenciador de color «necesario para la dieta urbana». Su obra ha evolucionado dejando atrás un estilo de ilustración para centrarse en un trabajo más maduro y conceptual en el que juega con el entorno, las perspectivas, las formas sencillas y los colores planos. 
Actualmente expone su trabajo más reciente en la galería madrileña Swinton. La obra de este poeta del color y las geometrías transcurre entre la calle y las salas de exposiciones. «Son 2 puertas a las que se llega desde un mismo pasillo: una te lleva a la calle y la otra a una sala. En ocasiones es difícil llevar el trabajo a una galería, pero casi siempre hay un modo coherente de introducirlo. Ahí está la inventiva y el reto para buscar la fórmula».
El artista comenta que no deja de formarse y cada día investiga nuevas fórmulas para seguir aprendiendo y poder sacarle partido a la espontaneidad y la originalidad. Ahora está probando diferentes técnicas con materiales que no había utilizado y destaca el uso del vidrio, elemento que le inspira infinitas posibilidades.
E1000 se siente un espectador de lo cotidiano y es de ahí de donde bebe para inspirarse. Desde la hoja de un árbol a las cortinas de casa de su abuela, él sabe ver ese algo que tiene el día a día y lo explota con sus notas de color.
Argumenta que la seguridad de un trabajo de oficina ya no es tal y aunque uno nunca sabe qué pasará el mes próximo, él por lo menos trabaja en lo que le gusta.