El aburrimiento no es aconsejable para nadie pero aún menos si eres un cerdo. De los de piara, nos referimos. No es la única causa, pero el tedio está detrás de una buena parte de los casos de caudofagia, esto es, la mordedura de colas entre los porcinos. De ahí que una normativa europea inste a las granjas a disponer de juguetes que logren entretener a estos animales.
Ante la necesidad de cumplir con la ley, a los dueños de aquéllas se les plantea un dilema: ¿qué tipo de juguetes son adecuados para los cerdos? De todos es conocida la voracidad porcuna por lo que cualquier objeto de goma, plástico o un material similar lo más seguro es que no dure ni medio segundo en una pocilga.
La solución para estos granjeros puede estar en el proyecto en el que, según NextNature, están trabajando un grupo de investigadores de The Utrecht School of the Arts (HKU) y Wageningen University desde el pasado año.
El juguete en cuestión se llama The Playing with Pigs y consiste en un videojuego pensado para dos jugadores: un cerdo y un humano. Este último es el encargado de controlar desde su tablet la bola de luz que el cerdo verá reproducida en una pantalla táctil. Cuando el cochino la toca con su hocico, la bola desprende chispas de colores. Señal de que el juego va bien…
El humano debe mover la bola de un lugar a otro e intentar que el cerdo no separe el hocico de ella. En caso de no conseguirlo, la bola de luz se desvanecerá.
Los investigadores aseguran que el juego plantea una nueva dimensión en la relación humano-porcina: las personas pueden interactuar de forma distinta con un animal que, hasta ahora, sólo le proporciona alimento. Por su parte, para los cerdos, las personas se convierten en un interesante proveedor de entretenimiento.