Muchas de las portadas de discos, libros o revistas que vemos habitualmente están inspiradas en obras de arte clásicas. En ocasiones son fácilmente reconocibles; en otras, es necesario que alguien como el diseñador Eisen Bernard nos ayude a encontrar esas semejanzas.
«Creo que los parecidos y referencias entre las obras de arte clásicas y las portadas son fácilmente apreciables. Los principios de la fotografía son los mismos que los de la pintura», indica Bernard. «El fotógrafo sigue las mismas reglas que el pintor y puedes ver las similitudes en detalles como la pose, los escenarios, la luz, la textura, la composición… Por eso, mi intención no era tanto poner esas semejanzas de manifiesto, sino compararlas y contrastar las estéticas clásicas con las modernas».
De esa forma, Bernard puso en marcha su proyecto Mag+Art, en el que mezclaba portadas de revistas con cuadros. Una iniciativa que tuvo muy buena aceptación en Tumblog. Tanto, que, según cuenta, «uno de mis seguidores, me propuso el reto de combinar las portadas de discos y las pinturas, y lo intenté».
Bernard reconoce ser un gran aficionado a la música y a las portadas de los discos. Le gustan tanto que afirma ser capaz de reconocer de qué género es un artista sin necesidad de escuchar su trabajo, tan sólo le basta ver el diseño en el que se presenta. Un talento importante a la hora de desarrollar Album+Art.
«Además, me encanta la pintura clásica. Estoy muy familiarizado con muchas de esas obras, así que me resulta muy sencillo emparejar las portadas con los cuadros. De hecho, casi cualquier pintura sirve, independientemente del estilo, aunque por mi experiencia, el Renacimiento, los prerrafaelitas y los pintores realistas funcionan especialmente bien».
A pesar de esa facilidad para encontrar dos piezas que convivan bien entre sí, Album+Art tiene una serie de dificultades técnicas añadidas que no se pueden pasar por alto.
«Trabajo con Photoshop, y aunque eso lo facilita mucho el proceso, es muy complicado que todo encaje. Es como hacer un rompecabezas. Un proceso de ensayo y error. En ocasiones, aunque mi instinto me dice que las piezas pueden funcionar bien juntas, luego no encajan correctamente. En otros casos, el resultado es producto de un hecho fortuito, de una casualidad. Piezas que no están pensadas de antemano y que me sorprenden».
Otra de las características de las piezas de Album+Art es que apenas están retocadas. Por ejemplo, no se deforman para que encajen mejor sobre la obra pictórica. «Apenas un ajuste de brillo, contraste o ajustar el tamaño. Evito hacer máscaras o clonar partes de la imagen. En realidad, lo importante es encontrar piezas en las que coincida la gama cromática, el escenario o las posiciones del cuerpo. Lo máximo que hago es añadir textura para unificar la imagen».
La finalidad del proyecto, según Bernard, es la de pasarlo bien, generar piezas curiosas, graciosas y poner a prueba su conocimiento del mundo pictórico y de la cultura popular. Por eso, no se plantea que su trabajo pueda tener mayor trascendencia que la que ya tiene.
«Mi trabajo está concebido para las redes sociales. Hago esto solo por diversión, por lo tanto, no sé si podría tener alguna utilidad en el futuro. Lo que sí es cierto es que estoy ampliando este proyecto de ‘algo+Art’ a otras cosas como portadas de DVD, logotipos, envoltorios, señales… En el fondo siempre consiste en combinar arte clásico con productos cotidianos. Como en los otros casos, espero que también pueda disfrutar con ello de ese momento ‘eureka’ que produce tanta satisfacción».
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