El 29 de diciembre de 1999, la localidad granadina de Jun declarรณ el acceso a internet como un derecho universal de sus ciudadanos. โDesde entonces procuramos que no existan inforricos e infopobres y por tanto ahora estรกn en las redes quienes verdaderamente desean estar, es decir, la inmensa mayorรญa de la poblaciรณnโ.
Entre ellos se encuentra el autor de estas palabras y alcalde del municipio, Josรฉ Antonio Rodrรญguez Salas. El mรกximo responsable del consistorio se muestra muy satisfecho con el grado de inmersiรณn digital de sus vecinos: โLa ciudadanรญa valora mucho que puedas resolver sus problemas con un solo tweet como ocurriรณ anoche cuando un barrio quedรณ a oscuras y en menos de una hora el electricista a travรฉs de Twitter se enterรณ y lo solucionรณโ.
El edil presume tambiรฉn de ser uno de los mรกs activos en redes sociales. Su nรบmero de seguidores en Twitter lo dice todo: 53.000 followers (aunque รฉl prefiere llamarlos โamigosโ).
ยฟCรณmo el alcalde de una localidad de poco mรกs de 3.000 habitantes puede alcanzar esta cifra? โLos expertos en marketing polรญtico siguen preguntรกndoselo cada dรญa y creo que la respuesta no es tan difรญcil: la escucha y la respuesta activa. Cuando en una red sabes escuchar y responder a quien se implica en una buena comunicaciรณn tienes garantizado que otras muchas personas quieran opinar y participar en esta nueva forma de comunicaciรณn horizontal en donde no existen ni clases ni estamentosโ.
Pese a ganar por goleada a los ediles de las ciudades mรกs pobladas (sรณlo por poner algunos ejemplos, Juan Ignacio Zoido, alcalde de Sevilla, tiene algo mรกs de 16.000 seguidores en Twitter; Xavier Trรญas (Barcelona), unos 13.800; Rita Barberรก (Valencia) cerca de 7.700; mientras que la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, apenas supera los 1.500), Rodrรญguez Salas no se considera una excepciรณn. Sรณlo cree que es cuestiรณn de tiempo: โLos alcaldes y alcaldesas de pequeรฑas poblaciones espaรฑolas han huido de aquel primer estudio acerca de la tecnofobia en la clase polรญtica municipal que calculaba que en 2005 solo el 3,17% de los munรญcipes espaรฑoles estaban conectados a internetโ.
En su opiniรณn, la presencia activa de los cargos pรบblicos en la red resulta lรณgico en una sociedad donde โla inmensa mayorรญa tiene cuentas bancarias electrรณnicas. No es normal que no estรฉn conectados con su administraciรณn. Esa fractura tecnolรณgica se rompe con la presencia de unos y otrosโ.
De ahรญ que Rodrรญguez Salas no considere que su frenรฉtica actividad online sea una cuestiรณn meramente estรฉtica: โEl paso a las redes sociales implica un nuevo avance que es preceptivo para generar confianza en una ciudadanรญa que todavรญa tiene presente la marbellizaciรณn de la polรญtica municipalโ.
Aunque sus detractores, obviamente, utilizan su omnipresencia online como blanco de sus crรญticas. ยฟQuรฉ contesta cuando le reprochan que su dedicaciรณn a las redes sociales le resta tiempo para atender otros quehaceres propios de su cargo? โCada dรญa lo escucho de boca de los alcaldes y alcaldesas espaรฑoles. En mi funciรณn de tratar de evangelizar a los munรญcipes en el uso de las redes sociales siempre ponen la misma excusa y siempre les pongo mi ejemplo: puede que en 6 horas no me suene ni una sola vez el telรฉfono mientras que ellos siempre estรกn comunicando. Es la diferencia de gestionar en red o vรญa telefรณnica-voz. La diferencia es ostensible por salud mental y por eficaciaโ.
Foto: Ken-Lee bajo licencia CC