A András Nemes le han enviado más 300 fotografías desde 30 países distintos. En todas, el protagonista es un perro. Ninguno tiene dueño. Aunque para algunos, la situación cambia cuando el fotógrafo retoca sus imágenes y las convierte en un book artístico de cara a potenciales adoptantes. Nada de caras tristes detrás de una verja y ningún rastro del contexto real en el que se encuentra el animal. Los protagonistas de las imágenes de András aparecen con chisteras, rodeados de maletas a punto de emprender un viaje o embelesados con una luciérnaga. «Es mi forma de ayudar a encontrar hogar a estos animales. Retoco las imágenes y creo fotomontajes que subo a mi página de Facebook, que tiene más de 170.000 seguidores, para encontrar posibles dueños. Creo que el abandono de animales es un gran problema en todo el mundo». La mayoría son perros, pero entre los modelos de András tampoco faltan otros tipos de mascotas. El fotógrafo valora todas las imágenes que recibe porque dice que, con independencia de su calidad, cada una cuenta una historia. «Me encantaría poder ayudar a todo el mundo, pero no puedo retocar todas las imágenes que me envían».
A la fotógrafa Lanoa Kathleen Stone no le llegan fotografías de perros. Es ella la que las toma. En una ocasión fue a una residencia canina cercana a su casa y pidió que le dejaran fotografiar a los perros que más tiempo llevaban allí. Stone inmortalizó con su cámara a los que llevaban seis meses o más en su serie Lest likely to be adopted. «Quería representarlos con personalidad, con juventud y destacar la cualidad que les hace únicos para favorecer su adopción». La serie resultó un éxito. Todos los modelos tuvieron un nuevo hogar.
Y si existe un colectivo canino que lo tiene peor a la hora de camelarse un dueño esos son los mestizos. En Costa Rica, el 94% de los perros sin hogar pertenecen a este grupo, y la ONG Territorio de zaguates quiso demostrar que los chuchos, en realidad, son perros de raza. No pura pero sí única. En la campaña ‘Razas únicas’ participaron expertos caninos que descifraron los orígenes de varios perros mestizos que no tenían dueño. Después de desentrañar su árbol genealógico, cada uno de ellos fue catalogado como el ejemplar único de una raza sin igual, fruto de la mezcla de varias de ellas.