El maestro acechador de la calle

William H. Whyte siempre mostrรณ un talento prodigioso para retratar los hรกbitos del ser humano en las ciudades. El pensador y urbanista sabรญa articular con sentido del humor e inteligencia por quรฉ algunos espacios pรบblicos funcionaban y otros no.

En este pequeรฑo segmento de su pelรญcula The Social Life of Small Urban Spaces (1988), fruto de dos dรฉcadas de trabajo de observaciรณn, se valoran dos distintos tipos de entorno y la relaciรณn que tiene el humano con ellos.

El primero es Paley Park, un pequeรฑo parque escondido entre los rascacielos de Manhattan. Para Whyte el parque no es un refugio. ยซEs un lugar intensamente urbanoยป. Su significado no solo estรก en el uso principal que se le da como zona de descanso, tambiรฉn es importante como estรญmulo visual para las personas que pasan por allรญ y deciden no entrar. ยซLa mitad de esas personas que caminan por su lado se paran y miran hacia dentro. La otra mitad sonrรญeยป, comenta en el vรญdeo.

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Foto: Suzanne Szasz, Dominio Pรบblico

Otros se acercan con gestos pensativos y despuรฉs de unos segundos deciden entrar. Los niรฑos aceleran el paso subiendo las pequeรฑas escaleras que llevan al interior. Los mรบsicos tambiรฉn escogen situarse aquรญ para aprovechar el movimiento constante de la gente.

Whyte contrasta este lugar en el que aflora la vida del peatรณn con los edificios fortaleza que empezaron a aparecer en ciudades de Estados Unidos durante los aรฑos 60 y 70. ยซSu denominador comรบn es que te sacan de la calle. Todos los servicios estรกn 2 o 3 niveles por encima de ella. Estรกs completamente aislado de la vรญa pรบblica. Puedes llegar en coche desde las afueras por la maรฑana y meter el coche en el aparcamiento, caminar por los puentes cubiertos que llevan a la oficina y pasar todo el dรญa sin tener que poner el pie en Houstonยป.

En las avenidas no hay tiendas, no hay ventanas y las aceras (cuando las hay) estรกn prรกcticamente vacรญas. El territorio de la calles es para los coches, una escena que se repite en edificios en Detroit, Los รngeles y San Francisco.

Por suerte muchas ciudades europeas cuentan con centros histรณricos construidos a escala humana a lo largo de milenios. Pero muchas zonas perifรฉricas de las capitales en el viejo continente no pueden decir lo mismo donde ha primado la planificaciรณn inspirada en el modelo norteamericano.

El lugar donde se consuma la mayor paradoja de esta planificaciรณn aberrante es en Disneylandia, en Los รngeles. Las personas pagaban y siguen pagando mucho dinero para visitarla. Un lugar que es un paraรญso para el peatรณn, pero que no es mรกs que una rรฉplica de ยซuna calle normal en las ciudades antiguas donde las tiendas, las ventanas y las puertas estรกn a nivel de calleยป.

La normalidad desaparece y se remplaza por un entorno anormal para el ser humano. Disfrutar de la normalidad es posible a cambio de dinero.

La grandeza de Whyte no estaba solo en sus ideas, sino el talento que tenรญa para presentarlas.  

 

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#142 Primavera / spring in the city

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Patrick Thomas

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