El chantaje del Robin Hood de las Galletas

HAZ
El martes 29 de enero una misiva llegรณ al diario Hannoversche Allgemeine Zeitung. Dentro, una carta anรณnima resolvรญa el misterio que tenรญa asombrada a la ciudad alemana de Hannover desde el dรญa 26, cuando una galleta dorada de 20 kilos habรญa desaparecido del que era su emplazamiento desde hacรญa 100 aรฑos, un pretzel sostenido por dos figuras de bronce situadas a cinco metros de altura y que decoraban la entrada de la sede de la galletera Bahlsen. El autor del robo era El Monstruo de las Galletas, que amenazaba con tirar la dorada pasta al cubo de basura de ร“scar si no se cumplรญan sus condiciones, mรกs propias del arquetipo del bandido social que de un personaje de Barrio Sรฉsamo.
Estas eran relativamente sencillas. โ€œTengo la galletaโ€, comenzaba el anรณnimo, โ€œsi la quieren de vuelta algรบn dรญa de febrero deben regalar galletas a todos los niรฑos del hospital Bultโ€. โ€œPero de esas con chocolate con leche, no de las que tienen chocolate negro ni de esas sin chocolateโ€. โ€œY una galleta dorada para la sala de cรกncer infantilโ€. La recompensa de 1.000 euros que Werner Bahlsen, presidente de la galletera, habรญa ofrecido por cualquier informaciรณn que llevase a la recuperaciรณn del dorado elemento โ€œpor su valor sentimentalโ€, debรญa ser donada a un refugio de animales en Langenhagen, una zona al norte de la ciudad. Se desechaba asรญ que el robo de la galleta pudiera estar relacionado con el aumento del precio de los metales y la sustracciรณn y venta ilegal de los mismos.
La respuesta de Bahlsen no se hizo esperar. Aunque en una rueda de prensa asegurรณ que se negaba a ser โ€œextorsionadoโ€, ese mismo dรญa su compaรฑรญa se comprometรญa donar 52.000 galletas en caso de que la galleta dorada fuera devuelta y, en el mismo comunicado, la empresa recalcaba su compromiso a lo largo de 24 aรฑos con instituciones y campaรฑas como Herz fรผr Kinder, Hilfe fรผr hungernde Kinder o Traumastiftung . La galleta dorada apareciรณ el 5 de febrero atada para regalo con un lazo rojo a la estatua de un caballo de la universidad de la ciudad, con una carta que decรญa: โ€œYa que Werni [en alusiรณn a Werner Bahlsen], como yo, ama tanto la galleta y ahora siempre llora y echa tanto de menos la galleta, la devuelvoโ€. Tres dรญas despuรฉs la empresa anunciaba que las instituciones sociales que desearan recibir los prometidos paquetes de 1.000 galletas โ€œde chocolate con lecheโ€ debรญan inscribirse en una pรกgina web.
El chantaje del Monstruo de las Galletas levantรณ sentimientos encontrados en Hannover. Por una parte, el portavoz del hospital infantil Bult recordaba que seguรญa siendo un โ€œchantajeโ€ y que Bahlsen ya habรญa โ€œhecho muchoโ€ por el centro mรฉdico y no necesitaba ser โ€œpresionado asรญโ€. En el otro lado estarรญa Erika Klein, gerente de un hostal juvenil en la ciudad y que se habrรญa comprometido, en los comentarios de la versiรณn en lรญnea de la noticia del Hannoversche Allgemeine Zeitung, a poner los 1.000 euros para el refugio de su bolsillo, calificando en un diario de Internet la idea de โ€œmaravillosaโ€. Y cuando parecรญa que todo habรญa acabado felizmente, llegรณ la guinda.
El pasado jueves la cadena RTL emitรญa una vรญdeo entrevista con la banda del Monstruo de las Galletas, formada por cuatro individuos, en la que ademรกs se incluรญan imรกgenes de cรณmo fabricaban un anรณnimo que parece idรฉntico al mandado por correo, muestras de su habillidad atlรฉtica para descolgarse por las paredes y bastante poco arrepentimiento por su acciรณn. โ€œNo creo que vayamos a la cรกrcelโ€, dice uno de los integrantes, โ€œquizรก nos pongan una multa o algo de trabajo comunitarioโ€. โ€œEn cualquier casoโ€, concluye, โ€œestoy contento de haberme vestido como el monstruo y regalar galletasโ€.
BandaETL
Foto 1: Hannoversche Allgemeine Zeitun.
 
 

รšltimo nรบmero ya disponible

#142 Primavera / spring in the city

Sobre nosotros

Yorokobu es una publicaciรณn hecha por personas de esas con sus brazos y piernas โ€”por suerte para todosโ€”, que se alimentan casi a diario.
Patrick Thomas

Suscrรญbete a nuestra Newsletter >>