El fluctuante vinilo de Michael Hansen

No es necesariamente ‘Paint it, black’. Cuando hacemos un ‘Spin the black circle’, el círculo no siempre es negro. De hecho, no es raro ver plásticos (y decibelios) coloreados. Lo que sí es algo más inusual es que esos mismos discos bailen. Por suerte, Michael Hansen ha pensado que es mejor que así sea.

Cuando el diseñador Michael Hansen comenzó a crear la portada de un disco con música de Allan Gravgaard, no tuvo suficiente con crear dos portadas sin jerarquía. El disco no tenía una sola creatividad que mirara hacia el lado de la cara A. Contaba con dos propuestas que hacían indiferente desde que lado se sostuviese. Waves, uno de los temas, está interpretado por nueve trompetas. «Por eso lo hice tan simple como pude. La portada consta de nueve círculos en línea», explica en su sitio web. Crystal Tapestry, la cara opuesta del disco, «es un patrón de cristales sin parte forntal o trasera»

Así tampoco tuvo bastante. Hansen salto al interior de la carpeta, al propio disco, y dibujó sobre su superficie una serie de patrones creados con la ayuda de una lámpara estroboscópica de 50Hz que crean una animación analógica al girar sobre el tocadiscos. «Para el interior creé unos patrones que dan al diseño sensualidad visual». Gira, baila.

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