Éxito para perdedores: un cómic sobre cómo emprender

Existe en el mundo de los humanos un David Cantolla que estudió Bellas Artes y, por azares de la vida, acabó siendo empresario y emprendedor. Existe otro David Cantolla en el mundo de la novela gráfica que cuenta los secretos del apasionante e incierto arte de inventar negocios. El primero es el ex director de Teknoland, creador de Pocoyó y actual presidente de la compañía de videojuegos Bitoon Games. El segundo es el protagonista de Éxito para perdedores.

Esta novela gráfica comienza un día de 1993 y acaba otro de 2004. Desde el principio hasta el fin se suceden aciertos y desatinos. Oportunidades y riesgos. Triunfos y caídas. Es lo que puede ocurrir a cualquier empresario. Pero mientras esto sucede se van aprendiendo muchas cosas por el camino. Como todas las cosas que Cantolla ha ido descubriendo y hoy cuenta en este cómic ilustrado por Juan Díaz-Faes.

La historia se basa en hechos reales. El boom de internet, la burbuja puntocom, hacerse rico, caer en la ruina… Cantolla estudió Bellas Artes y antes de que pudiera darse cuenta se vio convertido en empresario. Fue uno de los fundadores de Teknoland (una de las empresas míticas del boom de internet en España). Un día se hizo millonario porque las acciones de esa compañía fueron valoradas en 250 millones de dólares. Días después la burbuja explotó y se convirtió en una persona arruinada. Fundó Zinkia Entertainment y creó Pocoyó. Dejó la compañía y se interesó por los videojuegos. Creó Bitoon Games y hoy es socio, también, de Vodka Capital y Wake App.

De cada una de esas historias Cantolla ha ido extrayendo reflexiones y lecciones que cuenta desde la experiencia del que se dedica a emprender. Pero, por si el aprendizaje no ha quedado claro, después de cada capítulo aparece el Maestro Yan, un personaje que representa la sabiduría empresarial de muchas personas, y cuenta de forma metafórica y clarividente a la vez cuál es la lección de esa etapa de la vida del empresario.

En esta sabiduría del que está todo el día entre start-ups se mezclan también lecciones del clásico El arte de la guerra o un ‘mapa de socios’ que los dos autores diseñaron para reflejar los perfiles básicos de personas con las que te puedes aliar para montar una empresa.

El cómic cuenta la vida de Cantolla, pero no es autobiográfica. Nos basamos en las cosas que vivió para hablar de emprender”, explica Díaz-Faes. “No tiene nada que ver con un libro de autoayuda. La novela recoge reflexiones que te surgen cuando estás haciendo negocios. Lo que quiero decir es que esto le puede pasar a cualquiera y que cualquiera puede hacer negocios”, añade el creador del videojuego Basket Dudes.

De hecho, esta liberación que sintió Cantolla una vez que se desdobló de su personaje hizo que la historia se llenará del drama y la pasión que necesita toda buena novela gráfica. Drama porque, según el madrileño, “la empresa tiene mucho drama”. Pasión porque sin un sentimiento así es difícil crear algo de la nada.

Cantolla hablaba y Díaz-Faes dibujaba. “Cuando David empezó a ver los dibujos se sintió fuera del personaje y se soltó totalmente”, explica el ilustrador. “De hecho, conozco mejor al personaje que a la persona real”.

“Después de las primeras páginas empecé a hablar de David Cantolla en tercera persona. Le decía a Juan: Hay que putearlo más para que haya más drama”, agrega el empresario. “Creo que mi vida es un buen punto de partida para hacer más novelas en las que el Maestro Yan seguirá hablando de negocios”.

Pero, además, como pasó a Pirandello y sus seis personajes en busca de un autor, Cantolla y Díaz-Faes descubrieron que la historia se iba moviendo hacia otros terrenos que no podían controlar cuando pasaban de conversaciones a dibujos. “Hay una evolución desde lo que se cuenta hasta lo que se ve dibujado. Es como hablar en otro idioma. Las historias se van comportando de forma distinta a como las piensas en un principio”, indica el ilustrador.

El guión de esta novela, que aparecerá en las librerías el 18 de mayo, es de David Cantolla. “Hablo sobre cómo una persona llegó al fracaso pasando por el éxito. Mi idea era contar la vida de un emprendedor en un entorno de cambio total como los años de la generalización de internet. Hay muchos emprendedores sin experiencia y pensé que estas reflexiones, noveladas, se entienden mejor”, apunta.

Éxito para perdedores tampoco es un libro de recetas. “El libro no te dice cómo hacer las cosas. Te dice: haz cosas y llegarán las recompensas. Haz cosas que te gusten, hazlas con pasión a tope y te llegará lo que quieres”, expone Díaz-Faes.

Una filosofía que para ambos se podría resumir en: “Nadar”. Nadar en el mar y no quedar parado mirando alrededor. “Y si las cosas salen mal, no importa. Es parte del proceso. Además, emprender es contagioso. El 99% de mis amigos son empresarios. Estamos en un momento de una súper crisis y lo único que nos puede salvar es que haya muchos emprendedores”, especifica el creador de Pocoyó.

En las 280 páginas de esta obra Cantolla quería contar “la historia del Maestro Yan (que enseña el kung-fu de los emprendedores), la historia real de éxito, fracaso y esperanza de un emprendedor, y el contexto histórico de la burbuja de internet”.

Todo aparece contado como “un hojaldre”, según el creador de los dibujos animados Pocoyó y Jelly Jamm. Es decir, que en una misma historia se pueden leer varias capas de realidad. Hay hechos históricos reales, lecciones empresariales, reflexiones vitales y muchos personajes que van pasando por los capítulos inspirados en personas reales conocidas por los dos autores.

Un hojaldre que, además, “es interactivo”. Y por esta palabra quieren decir que “el lector puede buscar en internet cada personaje, cada empresa y cada situación que aparece porque todo es real”, especifica el dibujante.

Éxito para emprendedores, editado por Astiberri, es un libro-objeto, de tapa dura, edición rústica y bitono, “para ganar elegancia”, según el ilustrador. Su primer mercado es el español pero la editorial ya está en conversaciones para comercializarlo en otros siete países de Europa.

La tipografía del libro ha sido creada por el propio ilustrador. Díaz-Faes inventó unas letras para esta historia y las llamó Cachopo, como “un plato típico asturiano”, detalla. “Es una tipografía con detalles muy cuidados. Mirábamos cada letra y llegábamos a un nivel de frikismo importante. Observábamos cada acento, cada línea…”.

Ha sido algo más de un año de trabajo de dos personas que antes ni siquiera sabían de la existencia del otro pero que se encontraron en una de esas situaciones en las que sirve el dicho: “el sitio justo en el momento adecuado”.

Cantolla había escrito algunos artículos sobre reflexiones empresariales pero su idea, desde hacía años, era contarlas en cómic. No había encontrado en todo ese tiempo la mano perfecta para el tipo de ilustración que imaginaba. Hasta que un día Yorokobu le dijo que quería entrevistarlo en dibujos.

“Me sudaron las manos”, comenta. “¿Quién va a hacer los dibujos? Vi el trabajo del ilustrador y me encantó. Temblaba por que me cayera bien y resultó ser un tío 10. Flipé con la entrevista que hizo y decidí que tenía que convencerlo para hacer esta novela gráfica. Fue muy fácil. Juan es un tío autoconvencido de serie”.

Y se aplicaron el cuento: “Haz. Haz cosas que te gusten y lo demás ya llegará”.

Y un boceto…

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Patrick Thomas

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