Cuando escribes un artículo en internet y lo publicas hay quien piensa que el trabajo del periodista ha acabado. Yo soy de los que piensa que acaba de empezar.
Por mucha especialización que tengas, siempre vas a encontrar personas que saben más que tú sobre un tema en concreto que has tocado en tu artículo. Y si no, tienen el potencial de aportar perspectivas, opiniones e información que lo enriquecen (si evitan recurrir al insulto ayuda).
Un post es el comienzo de un relato incompleto que tus lectores te ayudarán a completar.
Por el camino ayuda si uno es humilde. Hay personas que te siguen que quizás han hecho un doctorado sobre lo que acabas de contar. Su opinión no debería ser considerada una amenaza. Al contrario. Es algo que aporta y que eleva la calidad del artículo. (En el caso de que sea una crítica constructiva, mejor todavía).
En este sentido, no sigas solo a lectores que piropean tu medio en Twitter. Sigue también a lectores que critican tus artículos aportando buenos argumentos. No son tus enemigos. Han demostrado una implicación e interés en tu trabajo.
Como periodistas tenemos mucho que aportar todavía. Contamos historias que otros no ven, encontramos resquicios, hilamos distintas perspectivas para construir un relato coherente y tenemos la capacidad de bucear por espacios donde otros no saben llegar. Pero por primera vez tenemos la oportunidad de hacerlo con la ayuda de unos editores extraordinarios que complementan el trabajo que hacemos internamente. Las personas que de forma colectiva han desbancado a Encarta con Wikipedia.
Personas que te sorprenderán y te pondrán los pies en la Tierra cuando las páginas vistas se te suban a la cabeza. Gente que te enseña lo poco que sabemos de forma individual pero lo mucho que sabemos de forma colectiva.
Voy a poner unos ejemplos. Hace unas semanas un lector avisó por twitter de que la foto que acompañaba a este artículo de programadores mostraba una visión cliché de esta profesión. Tras analizarlo rápidamente, decidimos cambiarlo. En un artículo que escribí sobre Bitcoin, titulado el lento auge de la moneda anarquista, un lector opinó que el apelativo lento no hacia justicia a una moneda que a pesar de ser minoritaria crece exponencialmente y tiene miles de transferencias cada hora. Quitamos el lento y lo dejamos en el auge de la moneda anarquista.
Esto son solo unas pequeñas muestras de cómo de forma consensuada se puede mejorar un artículo. No significa que siempre hay que hacer lo que proponen pero en algunos casos tiene sentido hacerlo.
Una de las personas que mejor trabaja con su audiencia no es ni siquiera un periodista. Es Fred Wilson, un conocido inversor que ha logrado crear una comunidad muy implicada alrededor de su blog AVC. Se puede aprender mucho de cómo maneja sus seguidores. Una de las claves es la implicación que muestra con ellos. El se define como el ‘bar tender’ (el que maneja la barra de un bar) y lo hace realmente bien.
Así que si un lector plantea un pequeño cambio o modificación que mejora tu artículo ¿por qué no incluirlo?
Si alguien te propone una mejor foto para la portada de tu post ¿por qué no cambiarlo?
Si alguien dedica su tiempo para decir algo muy interesante sobre el artículo, ¿por qué no tomar un poco de tiempo para contestarle?
Un artículo es un relato incompleto por mucho que intentemos cubrir todas las bases. Nuestros lectores nos ayudarán a completarlo. Abracémoslo.
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