El Dios Todopoderoso se dispone a juzgar a la humanidad. Es el juicio final. El veredicto debería de ser justo puesto que el juez es, además, testigo. Una potestad que le confiere su omnipresencia. Quizá por eso, la figura del Pantocrátor acapara el fondo del mural del ábside central de Sant Climent de Taüll.
Dios está en todas partes, en todos y cada uno de nosotros, todo gira a su alrededor. De ello debía de estar convencido el Maestro que concibió las pinturas hace casi 1.000 años. Solo así puede explicarse la composición centrífuga en torno a su figura de toda la obra, una de las joyas del románico europeo que ya dispone de su propio mapping.
Las pinturas originales de la iglesia de Sant Climent de Taüll, declaradas patrimonio mundial por la UNESCO, se conservan en el Museo Nacional de Arte de Cataluña en Barcelona, MNAC. Desde hacía 55 años, la iglesia contaba con copia de los originales pintada sobre yeso, pero el paso del tiempo estaba haciendo estragos en ella. Después de quitar la antigua copia, un proceso de restauración** puso al descubierto restos de la pintura original que se habían conservado en las capas profundas de las paredes del ábside.
Fue entonces cuando surgió la idea de recrear las pinturas originales mediante un mapping audiovisual. Los frescos se reprodujeron digitalmente elemento por elemento para realizar las animaciones. La imagen ha sido diseñada de forma que, al ser proyectada, encaje perfectamente con los restos originales presentes en la iglesia.
Seis proyectores de alta definición, integrados en la iglesia, permite una recreación completa y muy fiel a la iconografía que decoraba el ábside en el siglo XII. La investigación de Burzon*Comenge, a cargo del proyecto audiovisual y la animación, ha sido elemental.
«Lo más complejo del mapping de Sant Climent de Taüll fue la reconstrucción de las partes inexistentes del fresco. Del original solo se conserva lo que está expuesto en el MNAC de Barcelona, que es un 30%, aproximadamente, de la obra total». Xavier Mula, ilustrador del proyecto junto a Albert Burzon, incide en la importante labor de investigación que tanto este como él tuvieron que realizar para poder pintar con la técnica utilizada por el Maestro de Taüll, pero adaptada al entorno digital.
«Fue complicado porque todo lo que hacíamos de nuevo (y que no estaba en el original) teníamos que enseñarlo a los historiadores y expertos que trabajaban en el proyecto y a veces era muy difícil llegar a un consenso».
La admiración por la labor de los maestros ‘ilustradores’ del medievo por parte de Xavier aumentaba a medida que transcurrían su investigación y su labor. «Nosotros trabajamos en el estudio, sentados, con el ordenador y la tableta gráfica, mientras que ellos tenían que trabajar a la luz de las antorchas y con escasos recursos».
A estas dificultades, se añadía en Taüll la de trabajar en un ábside. «Los maestros tenían que aplicar las deformaciones para que se ajustara a su volumen y poder ser vista de frente, mientras que nosotros, gracias a las fotos y scanners 3D, pudimos trabajar en plano y después ajustarlo a la forma del ábside con un programa informático».
«Hay que decir que al verlo todo al detalle gracias a los zooms quedamos asombrados de la calidad y detalle de las pinturas. Tenían un control total de la paleta de colores, la figura humana, la composición, etc. De hecho hay mucha ilustración actual que se asemeja o bien está influenciada por lo que hacían estos artistas del románico».
De su contribución en el proyecto, en el que Playmodes ha sido el encargado del desarrollo técnico y la composición musical, Xavier Mula se queda con el hecho de que sus ilustraciones formen parte ya de la historia de Saint Climent de Taüll.
«También gratifica los halagos, claro. Al principio había gente implicada en el proyecto muy indecisa y reacia al hecho de modernizar de tal manera una obra tan antigua, pero ver su reacción de perplejidad y asombro el día de la inauguración o días después realmente llena mucho a todos los artistas implicados en el proyecto. Aprovechar las herramientas modernas para reinventar un clásico solo puede dar buenos resultados, siempre y cuando se sea fiel a la obra original».
** La Idea y la dirección del Proyecto de restauración y divulgación del ábside de Sant Climent de Taüll corre a cargo de los técnicos del Servei del Patrimoni Arquitectònic de la Generalitat de Catalunya.