Gigantescas autopistas serpentean por enormes moles de cemento. La urbanidad de la ciudad de Edmonton se extiende tan lejos como llega el ojo. En el centro de esta jungla de hormigón, un paraíso artificial traslada a sus sujetos a la playa. Estamos en lo que hasta 2004 fue el centro comercial más grande del mundo, un universo de cartón piedra que el director Evan Prosofsky ha retratado en su corto Waterpark, presentado por Nowness en Vimeo.
No sabemos si los protagonistas fingen estar pasándoselo bien entre las olas generadas por ordenador y los túneles de colores. Sus caras podrían ser de felicidad aunque quizá desconozcan que lo que están viviendo no es real.
Por si acaso, la música que acompaña el corto (Alex Zhang Hungtai, de Dirty Beaches) siempre está a mano de Prosofsky para añadir una nota distópica a planos que sin adorno no serían más que escenas de días joviales pasados en familia. Juzgad vosotros mismos.