El periodista que recaudó 3.600 euros en una labor de crowdfunding inverso

22 de octubre de 2012
22 de octubre de 2012
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Es el sueño de cualquier periodista y potencialmente una nueva oportunidad de negocio para ellos. La semana pasada un reportero neozelandés recaudó 2.500 euros en 24 horas en una labor de crowdfunding inverso. Sus mecenas: cientos de lectores agradecidos por un artículo en el que destapó un fallo de seguridad en la base de datos del ministerio de desarrollo social neozelandés (responsable de la seguridad social, entre otras cosas).

Un error informático permitió a Keith Ng acceder a miles de archivos confidenciales desde un ordenador público situado en una oficina de desempleo. Datos muy sensibles que incluían el registro de niños protegidos por los servicios sociales e historiales médicos.

El artículo cosechó decenas de miles de visitas y 600 comentarios. Su repercusión fue internacional y el gobierno del país ha tenido que actuar con rapidez para calmar las críticas. Al final del texto, Ng escribió un mensaje escueto explicando el tiempo que había dedicado a la investigación y pidiendo a cambio una contribución voluntaria con un link a una web de donaciones llamada Give a Little. En poco más de un día le llegaron más de 2.500 euros en propinas y a día de hoy ya ha recaudado 3.600 euros.

Según Hamish Mckenzie, de Pando Daily, en caso de haberlo vendido a un diario de tirada nacional, el periodista no habría recibido más de 440 euros por la pieza.

Pedir donaciones en internet se lleva haciendo muchos años para ayudar a mantener blogs y proyectos sin ánimo de lucro pero probablemente es la primera vez que un periodista recurre a esta fórmula tras publicar un artículo de interés nacional que podría fácilmente ser portada de cualquier diario en Nueva Zelanda.

Tanto el periodismo de propina como el crowdfunding son perfectamente compatibles. Una persona que trabaja sobre una temática atemporal y que requiere muchos meses de investigación puede recurrir a la financiación previa, como ya lo ha hecho el proyecto España en llamas o Obama World. En el caso de estar trabajando sobre algo más confidencial, la opción de Ng parece ser la más interesante.

Startups como Flattr trabajan en esa dirección, con una plataforma que promueve la cultura de la donación con un sistema de micropagos,  pero su adopción sigue siendo minoritaria.

La otra ventaja de una mezcla de periodismo de propina y el crowdfunding es la independencia que puede proporcionar a los periodistas. En general, los intereses del lector y el reportero están más alineados. Pongamos el ejemplo de una investigación sobre le evasión fiscal de las grandes fortunas de este país. Un particular que financia un proyecto independiente exige saber que está pasando. Una investigación en el seno de un medio tradicional rápidamente podría acabar chocando con los intereses comerciales de la cabecera. Una llamada de uno de los investigados a la redacción amenazando con quitar la publicidad de ese año rápidamente podría truncar la investigación.

Hay quién pensará que mendigar dinero por hacer tu trabajo no es una solución. Pero en una panorama en el que las soluciones son cada vez más mixtas no puede ser descontado. El periodismo de investigación tendrá que recurrir cada vez más a este tipo de fórmulas para poder operar con independencia. Quitarse de en medio al intermediario permite destinar más dinero a lo importante. Quizá por eso, el ejemplo de Ng es tan interesante.

NY Times entra en Brasil

Siguiendo con la temática de nuevos modelos de periodismo de este artículo, el New York Times sigue internacionalizando su negocio gracias a internet. Después de su entrada en China con una edición en mandarín, el diario prepara el lanzamiento de una web en portugués para el mercado brasileño, que saldrá a mediados de 2013.

Según Nieman Lab, dos tercios de la web estará compuesta por artículos de la matriz neoyorquinas traducidas al portugués y el resto de contenido estará elaborada por un equipo local de unas 30 personas, similar a la inversión en China.

Desde el punto de vista comercial, el medio podrá proporcionar más segmentación para sus anunciantes. Tendrá la posibilidad de ofrecer paquetes publicitarios a compañías interesadas en llegar a personas de alto poder adquisitivo en China y Brasil, actualmente los consumidores de artículos de lujo más grandes del mundo. La compañía logra sacar más rentabilidad a un periodismo que requiere pagar nóminas a más de 600 periodistas. La escala de internet abre más posibilidades para sacarle provecho.

De hecho, las marcas de lujo serán las que permitan que The New York Times sea gratuito tanto en China actualmente como en Brasil en el futuro, gracias al patrocinio de Omega, Bloomingdales y Salvatore Ferragamo. La versión en inglés sigue operando con un modelo de pago semicerrado.

En la rueda de prensa que ofreció el editor de The New York Times en Brasil, Arthur Sulzberger, reveló algunos datos interesantes sobre la evolución del periódico:

– Una tercera parte de los lectores del diario viven fuera de Estados Unidos.

– En una era donde la figura del corresponsal internacional empieza a ser una especie en extinción, The New York Times cuenta con 70 a tiempo completo en todo el mundo. El número más alto de su historia.

– De sus 2 millones de suscriptores que pagan, el 10% están fuera de Estados Unidos.

A todo esto ¿no es hora de crear una marca global de noticias en español? ¿Alguna empresa internacional interesada para dar la respuesta hispana a Al Jazeera, Russia Today o CNN? Hoy más que nunca, encontrará mucho talento en la calle para hacerlo realidad.

Foto: Open Source Way bajo lic. CC

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