Curiosa manera tiene nuestro idioma de describir a alguien que se obstina con terquedad en un propรณsito u opiniรณn. Y aunque podrรญa ser porque encaja perfectamente en el perfil, os digo ya que no, no estamos hablando de Wert.
La teorรญa mรกs extendida para explicar el porquรฉ y el cรณmo naciรณ este dicho tiene que ver con un personaje histรณrico, Pedro Martรญnez de Luna, alias el Papa Luna. Era este un aragonรฉs perteneciente a una de las familias mรกs influyentes de la regiรณn, que estudiรณ Derecho Canรณnico en la Universidad de Montpellier y que fue nombrado cardenal en 1375. Hasta ahรญ, nada que objetar.
El problema vino despuรฉs, cuando en 1394 fue nombrado papa. Resulta que para entonces, al no ponerse de acuerdo en dรณnde debรญa establecerse y asentarse la silla de Pedro, existรญan dos papas en activo: uno en Avignon, a donde se habรญa trasladado la sede del pontificado cuando en Roma se repartรญan tortas como panes; y otro en Roma, que fue nombrado por โimperativoโ popular (el pueblo asaltรณ el cรณnclave donde se estaba eligiendo nuevo papa y obligรณ a nombrar a uno romano). Dos gallos en el mismo corral no pueden convivir, asรญ que se produjo lo que hoy todos conocemos como Cisma de Occidente. Finalmente, se opta por nombrar a un tercer papa en un intento de decisiรณn salomรณnica: ni para ti ni para mรญ, y se pide a los otros dos que renuncien al pontificado.
El romano accediรณ al ver los nubarrones que se le venรญan encima si no aceptaba. Pero el francรฉs, o sea, nuestro buen Benedicto XIII, nuestro Papa Luna, como buen aragonรฉs que era dijo que no, que el papa era รฉl y que asรญ seguirรญa siendo. Asรญ que cogiรณ sus bรกrtulos, se marchรณ a Peรฑรญscola y se atrincherรณ en su castillo hasta su muerte. Como apenas tuvo aliados que le apoyaran y viendo lo inofensivo que resultaba el buen maรฑo para los intereses de los vencedores, allรญ le dejaron enfurruรฑado de por vida jurando y perjurando que โpapa sumโ y XIII, Benedicto XIII me llamo. No es de extraรฑar, pues, que tan firme determinaciรณn pasara a nuestro idioma en forma de dicho. Algรบn triunfo tenรญa que sacar de todo esto el bueno de Pedro Martรญnez de Luna. Y hasta aquรญ este resumen tan poco riguroso. Si querรฉis mรกs detalles, acudid a la Wikipedia.
La explicaciรณn mรกs atrevida del dicho, sin embargo, la da Sbarbi en su Gran diccionario de refranes diciendo que su origen estรก en un curioso juego numรฉrico donde se sobreentiende la palabra โdeterminaciรณnโ, ya que esta consta de 13 letras. En fin, como ocurrencia y juego cabalรญstico no estรก mal, pero no parece muy filolรณgico.
Y hablando de cรกbala, y volviendo al terreno de la Historia, hay otra teorรญa que nos remite a los judรญos conversos y a la Inquisiciรณn. Aunque muchos de ellos se convirtieron al cristianismo para no ser expulsados o ejecutados, en la intimidad de sus hogares y a escondidas seguรญan practicando la fe judรญa, que se condensaba en 13 principios o dogmas segรบn la Misnรฉ Torah, desde Maimรณnides. De ahรญ que cuando la Inquisiciรณn detenรญa y juzgaba a alguno de ellos escribรญa โSe mantiene en sus treceโ y las consecuencias para el infeliz ya sabemos cuรกles eran.
Nos dejamos para el final la vertiente mรกs costumbrista y, probablemente en este caso, la mรกs rigurosa (de hecho, la Academia, segรบn Pancracio Celdrรกn, asรญ lo dice). Parece ser que el origen del dicho estรก en un juego de cartas parecido al de las siete y media, donde el ganador debรญa reunir quince puntos. Pero ante la posibilidad de perder y por una actitud prudente y miedosa, habรญa jugadores que se plantaban en los 13 por miedo a pasarse. Serรก la versiรณn mรกs cercana a la realidad, no seremos nosotros quienes lo neguemos, pero no parece explicar mucho lo de la terquedad, la verdad. Sin embargo, estas son las cosas del lenguaje, que se sabe cรณmo acaban pero no siempre podemos averiguar por quรฉ empiezan.