En el Ojo Ajeno: El culto a la tableta

3 de noviembre de 2011
3 de noviembre de 2011
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Abercrombie & Fitch. Llegó el momento. Por fin abre una tienda a lo grande en España. Una marca de culto que se ha hecho un hueco en España a base de encargos a amigos que iban a USA, logos deshilachados y un olor intrusivo. Pero sobre todo por su veneración a la tableta, la abdominal. Esa parte del cuerpo invisible para la mayoría. Ese reto imposible.

Unos 20 chicos están hoy mismo luciendo ombligo en la puerta de la tienda para calentar el ambiente antes de la inauguración. Unos 20 abdómenes que recuerdan a las costuras de un colchón. Todas las chicas de la oficina, sin excepción, han pasado por este photocall humano. ¿No hay un movimiento masculinista para protestar?

Durante meses una lona mastodóntica ha anticipado a los madrileños que aún estaban a tiempo de hacerse miembros del club del vientre con cuadricula. Solo la casualidad quiso que una farola dotara a la imagen de nuevos significados. ( Ver foto de abajo)

Hacer de la tableta una seña de identidad. Ese es el mensaje. La tableta es símbolo de éxito. De juventud, de actitud, de una vida ordenada. Deporte, salud y estética en perfecta armonía. Es un trofeo con el que el cuerpo recompensa a quienes más se lo trabajan. Yo estoy fuera, no me ha dado tiempo en este año y pico que ha durado la reforma del local. Soy el abdominable hombre de las chuches y me ha pillado el toro.

Pero los que lo hayan conseguido habrán tenido que sudarlo. Dependiendo de si querrían trabajar los abdominales inferiores, superiores u oblicuos ( resulta que hay de varios tipos) habrán tenido que hacer el ejercicio de la silla del capitán, la bicicleta, flexiones con pierna vertical, con bola de ejercicios, tijera lateral, con poleas…

Y así, lentamente, habrán ido definiendo la famosa tableta y también los músculos serratos, intercostales y oblicuos. Pero siempre muy pendientes también del músculo Psoas-ilíaco, que al final todo se junta. Y para acabar, complementar todo el esfuerzo con trabajo de lumbares en una proporción de 2 a 1 para no acabar más doblados que Ángel Cristo (el pobre).

El abdomen se ha convertido en un símbolo. Hay toda una industria construida alrededor del abdomen, metafóricamente hablando. Ungüentos y geles específicos, máquinas de calambres controlados, dietas, gimnasios especializados. Ya no es el culto al cuerpo sino a una parte del cuerpo, concreta, definida. En eso consiste la especialización y la búsqueda de territorios de marca propios. Cada vez más concreto todo.

Yo también tengo una tableta de chocolate en el abdomen, bueno muchas… pero derretidas. Lo más parecido a una tableta que recuerdo estuvo tras los muslos, después de estar sentado en una silla del jardín de varillas. Y el caso es que el marketing funciona y estoy deseando entrar en la tienda. A eso se ha dedicado A&F antes del lanzamiento: a construir un buen mensaje, a hacer marca y a posicionarse. Más allá de que les esté haciendo el caldo, a mí me gusta hablar de las campañas bien orquestadas y ésta lo está. Veremos el ruido mediático en los próximos días…

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