En el ojo ajeno: ¡Hola, ya he nacido!

25 de marzo de 2013
25 de marzo de 2013
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parto
Ha nacido la hija de unos amigos. Sus padres lo han compartido de forma simple y prudente, como debe ser. Están todos bien y la niña es preciosa. Porque…¿qué más necesitamos saber? Si hace unos días escribía acerca de morirse y facebook, hoy seré mas positivo. Un nacimiento es el otro proceso vital que nos supera. Y las redes sociales son esa gran plataforma gratuita de emisión de contenidos en abierto y eso provoca que muchos no midan. Por eso quiero hacer una reflexión para esos padres nerviosos y ansiosos por compartir. Los que viven por y para compartir.
¿Sabe alguien por qué es obligatorio decir el peso del lechal al nacer? Supongo que en tiempos de posguerra era un síntoma de salud, pero hoy en día es una especie de ranking. Es obligatorio dar el dato o la historia estará incompleta. Y eso provocará la primera oleada de comentarios en facebook… «tu bebé no trae un pan debajo del brazo, se lo ha comido jajaja» (y tres emoticonos).
¿Cuántos de esos padres ven el parto directamente? ¿Y cuántos lo hacen a través del visor del móvil? Si uno está grabando todo para compartirlo… en realidad no ha visto nacer a su hijo. ¡Ha visto el vídeo! Amigo, entiendo tu emoción, tu instinto a flor de piel, pero no me gustan las películas de Vietnam.
Y llegados a este punto te haría un pregunta: ¿de verdad vas a colgar en facebook a tu mujer con el camisón por el cuello y con el pelo como un travesti por la mañana? ¿ Y con manchas de ketchup?
Y si afortunadamente has evitado a tus amigos ese momento gore… ¿de verdad quieres relatarlo todo con tanto detalle? Te recuerdo que narrar algo es intentar que el otro se imagine lo que cuentas, con imágenes mentales, no sé si me sigues… ¿Quieres que la próxima vez vea a tu mujer tenga una lucha interior con mis imágenes mentales? ¿De verdad quieres que me imagine la cicatriz y los puntos?
Durante un tiempo estuvo de moda tener la invitación de boda más creativa. Había de tipo cómic, tipo recorte de prensa, o la mítica con las fotos de los novios de niños con un !Nos casamos! De aquellas lluvias estos lodos, y hoy facebook está plagado de fotos de bebés congestionados, con los ojos achinados, con restos de calostro y una galleta de cómic que dice: ¡Hola, ya he nacido!
Te aviso, una foto así produce un efecto llamada muy serio. Tienes 436 amigos ociosos en facebook y la habitación del hospital mide 3 x 5. Tu mujer está como si hubiera hecho spinning en el gimnasio durante 14 horas (sobre un sillín roto… o sin sillín). Y tu llevas 48 horas con los mismos calzones. Haberlo pensado antes.
Tanto compartir, fotos, vídeos, comentarios, cositas… y al final te vas a olvidar de una cosa que se llama Registro Civil, ¿o quizás también quieras compartir una foto firmando? Te espero para el bautismo, amigo.

Foto: Pontificia Universidad Católica de Chile. Wikimedia Commons.

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