En el ojo ajeno: ¿Por qué cae mal Jorge Lorenzo?

13 de febrero de 2014
13 de febrero de 2014
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Jorge Lorenzo habita el país que premia la simpatía y la espontaneidad de Rossi a pesar de ser el enemigo. El país que recurre al chiste en caso de conflicto. El país que le criticó cuando no quiso/pudo llevar la bandera española en el Circuit. El país en el que subimos al altar al Dioni y nos reímos del «trata de arrancarlo, Carlos».  Ese es el ecosistema.

¿Por qué nos cae mal Lorenzo? Porque no sabemos dónde ponerlo. Porque es tantas cosas que despista. Porque ha ido dando tumbos con su imagen personal y está siempre preocupado de parecer algo. No es auténtico.

La imagen de uno no se construye, en todo caso se pule. No se trata de pensar que las cosas pueden ser y parecer lo que uno quiere o le dicen. Se trata de que la gente sepa quién y cómo eres. Nada mas. Si no, cada nueva idea, cada campaña, es como pintar una pared con humedades.

A Jorge Lorenzo le falta espontaneidad. Cuando le oigo hablar, no dejo de tener siempre la misma sensación de que es alguien intentando sonar mas serio de lo que es. Y que otras veces lo intenta compensar con gestos de showman o anunciando Ketchup. Alguien que no deja de buscar referentes.

Y no hablo de ser simpático. Miremos fuera. Por mucho que se construya en torno a la figura de una persona, Roger Federer no puede dejar de ser Roger Federer inside… Ese tipo serio con los ojos mas juntos que los eslabones de una cadena,  pero que nos sigue maravillando.

Son demasiadas horas de exposición, demasiadas oportunidades para conocer el verdadero yo.  Por eso no era lo mismo Induráin que Perico y por eso tampoco no son lo mismo Pedrosa ni Márquez.

Los disfraces no sirven; la gente lee los gestos, la sonrisa, la mirada, el carisma, las reacciones, las manifestaciones publicas, las fotos que ve….y enseguida sabe cuándo un abrazo es fingido, un comentario forzado y una sonrisa vacía.

Después de años de indefinición, y gestos, ya llueve sobre mojado. El problema no es ver la casa de Jorge Lorenzo llena de bellezones al sol, es que Jorge Lorenzo no nos ha mostrado en estos años quién es.

El caso es que da rabia que tengamos un Campeón del Mundo sin marketing en un deporte que es 100% marketing. Querido Jorge, llámame, soy tu hombre. He lidiado durante años con toda suerte de deportistas galácticos, marcas y percepciones. Soy tu Jerry McGuire.

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