En el Ojo póstumo: Jobs y otros mitos


No es una pérdida, es un producto que deja de estar en el mercado. Es una marca que quiebra. Como cuando murieron Lady Di o Michael Jackson. Se nos murieron los iconos.
Son esos humanos que no conocemos y que no hemos visto en persona, y que como mucho hemos consumido. Están a mitad de camino entre lo humano, lo divino y lo producto de marketing. Como Mickey Mouse, pero con páncreas, con chófer o con depresiones. Son personas que pasan a personaje y por fin a ser marcas.
Y cuando mueren a mí se me cruzan los cables y me entra una sensación de decepción: resulta que solo eran personas, que pueden morirse. Nunca los había visto así. Tenían hijos, una nevera y vecinos…
Seguramente Jobs me hubiera decepcionado si le hubiera conocido, porque no estaría a la altura de su personaje universal. Porque cada uno lo hemos puesto poco a poco en nuestra lista de favoritos, eso hacemos con las marcas. Yo lo puse cada día, por lo que leía sobre él, por esa marca cool, por los diseños que me dejó hacer con mi primer Macintosh Classic, por mi IIci, mi PowerMac, mi iMac, mi Macbook pro o mi iPhone. Por jugar con el mundo. Por cada icono divertido, cada programa de música, cada sensación de descubrir algo nuevo, de admirarme que haya gente por ahí con esa forma de hacer las cosas fáciles, divertidas, pero rotundas y profesionales.
No puedo decir que sea pena lo que siento. Soy un consumidor, no un familiar. Lo que me da es una gran preocupación. Pensar que dejen de darme mi dosis. California necesita Jobs para seguir siendo California. Pocas marcas y personas, o personajes, me parecen admirables. Pobrecito el que presentó ayer el 4s . ¿Cómo se llama? Me acaban de presentar la secuela de Jobs y ya sé que no me va a gustar. ¿Desea reiniciar?
El mundo necesita repuestos originales, como Jobs. Larga vida a las personas con actitud que van por libre. Se nos están acabando.
Relacionado:
El mundo necesita más Steve Jobs
 

Último número ya disponible

#141 Invierno / frío

Sobre nosotros

Yorokobu es una publicación hecha por personas de esas con sus brazos y piernas —por suerte para todos—, que se alimentan casi a diario.
Patrick Thomas

Suscríbete a nuestra Newsletter >>

No te pierdas...