Una historia referida por alguien que viviรณ en Oriente. Para algunos serรก repetida. De todas maneras, ahรญ va.
Un hombre pobre vive con su รบnico hijo en el campo. Un dรญa, un caballo salvaje aparece en su pequeรฑo dominio. No tiene dueรฑo. Tal como manda la tradiciรณn, el hombre tiene derecho a quedarse con el caballo que pasta en sus tierras. Los vecinos, entusiasmados, le dicen:
โQuรฉ suerte tienes. No tenรญas caballo y ahora, de pronto, tienes uno sin que te haya costado nada.
El hombre contesta, ante el estupor de sus interlocutores: โNo sรฉ si es buena suerte o no. Ya se verรก. Pasa el tiempo. El hijo del hombre estรก galopando con el caballo a campo travรฉs cuando, de pronto, un obstรกculo lleva al animal a hacer un movimiento brusco y a lanzar al jinete por el aire. Fruto de la caรญda, el chico se destroza una pierna contra una piedra. Los vecinos vuelven a hablar con el hombre, esta vez graves. โQuรฉ mala suerte has tenido. El caballo que te has encontrado parece que estaba destinado a provocar un accidente a tu hijo, un accidente del que le llevarรก mucho tiempo recuperarse.
El hombre, tranquilo, vuelve a contestar:
โNo sรฉ si es mala suerte o no. Ya se verรก.
Transcurridos unos meses, la guerra llama a todos los jรณvenes del paรญs al frente. A todos menos a uno: el hijo del hombre, por tener la pierna todavรญa en mal estado, no tiene que hacer frente a un sufrimiento seguro. Los vecinos vuelven a la carga:
โQuรฉ suerte has tenido. El accidente provocado por el caballo, que parecรญa una desgracia, ha acabado convirtiรฉndose en la salvaciรณn de tu muchacho. El hombre contesta una vez mรกs: โNo sรฉ si es buena suerte o no. Ya se verรกโฆ
La historia puede seguir indefinidamente. Y pone de relieve un hecho: uno de los peores rasgos que existen en occidente, tanto en los negocios como en la polรญtica y en la vida cotidiana, es pretender juzgar en tiempo real el resultado de los acontecimientos. Una actitud que no nos permite acabar de comprender el verdadero signo de las cosas que, casi siempre, suele variar con el paso del tiempo.
ยฟRealmente es tan malo que lo que dรกbamos en llamar โestado de bienestarโ estรฉ cuestionado en los tรฉrminos que se habรญa planteado? ยฟSolo hay consecuencias negativas del hecho de que la forma de vida profesional a la que estรกbamos acostumbrados se haya visto seriamente cuestionada?
ยฟEs mala suerte que nos haya tocado este tiempo para pensar, imaginar y construir?
Yo sueรฑo con que, acaso, aprenderemos a gestionar lo que tenemos ahora, con sus limitaciones, para dar a luz una nueva forma de trabajar, de hacer polรญtica y de vivir todavรญa mejor de lo que conocรญamos hasta este momento.
Pero ya se verรก.
โ
Julio Wallovits es director creativo de La Doma
Foto: Scott1723 Flickr reproducido bajo licencia CC