La escuela no enseรฑa a aceptar la frustraciรณn. Incluso implanta discursos que conforman la base de futuras frustraciones. La generaciรณn que naciรณ en los aรฑos 80 y que se topรณ con la crisis econรณmica justo en el momento en que iba a incorporarse al mercado laboral constituye un ejemplo claro. Actualmente, la cosa no ha cambiado mucho.
Habรญa un contrato verbal: si estudiabas, si te esforzabas, obtendrรญas frutos. El รฉxito y el bienestar que alcanzaras de adulto dependรญa de cuรกnto te aplicases en clase y de cuรกnto te preocupases por tu formaciรณn. Ese acuerdo se rompiรณ y muchos jรณvenes cayeron en la depresiรณn y la ansiedad. Es cierto que, en este caso, la frustraciรณn era casi un deber ciudadano de protesta. No obstante, fijarse en este ejemplo extremo ayuda a comprender la manera errรณnea en que se enfocan las perspectivas de futuro de los alumnos.
Pese a las evidencias de que este contrato es un artificio, la tendencia general es a mantener el argumento: ยซEsfuรฉrzate para que el dรญa del maรฑanaโฆยป. Pero el dรญa del maรฑana depende de condiciones, limitaciones y casualidades que hacen improbable que se cumplan muchas de las expectativas. ยฟNo serรญa mejor convencer a los niรฑos de la necesidad de aprender no porque recibirรกn una recompensa en el futuro, sino por el disfrute de instruirse? ยฟEs decir, estimular la curiosidad como motor del aprendizaje del niรฑo?
Aquel argumento, seductor donde los haya, sigue una lรณgica de mercado, de inversiรณn, y esa lรณgica, ahora, lejos de desaparecer, se estรก sofisticando. Actualmente se equiparan los deseos con las necesidades vitales e incluso con los derechos (no satisfacerlos se convierte en un drama). Es pura lรณgica de consumo. El bombardeo de este discurso tal vez hoy no nace tanto de los profesores como del mundo virtual y televisivo.
Santiago Moll, docente y autor de Empantallados, lo ha observado en sus alumnos: ยซEstamos viendo cada vez menor tolerancia a la frustraciรณn, mรกs obsesiรณn por el รฉxito, por ser el mejor, que a veces viene de las redes y a veces de los propios padresยป, explica a Yorokobu. En su opiniรณn, las redes tienen gran parte de la responsabilidad: ยซHay un choque entre el mundo real y el virtual, donde todo el mundo es perfecto, feliz y tiene รฉxitoยป.
Ser youtuber y tener una casa en Los รngeles
Ahora ese discurso de relacionar el รฉxito como una recompensa por el esfuerzo estรก simplificรกndose todavรญa mรกs: ya no es necesario hincar tanto los codos, sino ser innovador, creativo, audaz, apostar por uno mismo. Y si es posible triunfar al margen de los cauces marcados, mejor. Las fรกbulas modernas no cuentan la vida de una cigarra y una hormiga, sino las de millonarios sin corbata que abandonaron la escuela y gracias a su visiรณn y perspicacia ascendieron a la cima.
ยซLa cultura del รฉxito estรก tan marcada de forma consciente e inconsciente que todo el mundo quiere ser millonario o ser un youtuber famoso y tener una casa con piscina en Los รngeles, asรญ, literal. Nos venden un รฉxito que es la punta del icebergยป, lamenta Moll.
Profesores como Moll rehรบyen de la dialรฉctica vacรญa del รฉxito. ยซHay que ir con cuidado, hay que conseguir que nuestros alumnos sean capaces de generar emociones positivas, pero hay un momento en que hay que ponerse serio y conocer los lรญmites: hasta dรณnde podemos llegar, conocer nuestra capacidad intelectual, nuestro entorno familiar, nuestro poder adquisitivo, y a partir de ahรญ, construir nuestro propio โyoโ con las herramientas que tenemos a disposiciรณnยป, analiza.
Hoy, la responsabilidad de la escuela en la impregnaciรณn de esta idea se da, mรกs bien, por la dejaciรณn a la que obliga la estructura del sistema. Para combatirlo, Moll apuesta por unir al currรญculo habitual de asignaturas algo que llama currรญculo emocional: ยซUno de los grandes desafรญos para hoy es poder enseรฑar en el aula estrategias para que nuestros alumnos aprendan a tolerar la frustraciรณn, a gestionar el estrรฉsยป. La clave serรญa la visualizaciรณn: trabajar y conocer esas emociones con anticipaciรณn para evitar conflictos mayores al no saber procesarlas cuando aparecen.
Esta ausencia de implicaciรณn del sistema educativo en estas รกreas agrava el problema. Lo seรฑalaba tambiรฉn el artรญculo Cรณmo la escuela nos entrena para fallar en el mundo real publicado en Medium: ยซEn lugar de aprender habilidades vitales clave, a los niรฑos se les enseรฑa principalmente a memorizar informaciรณnยป. Y anotaba tambiรฉn el lavado de manos de las instituciones: ยซMuchas personas ponen estas habilidades de โvidaโ como responsabilidad de los padres, pero no todos los padres estรกn capacitados para enseรฑar estas leccionesยป.
Hay muchos profesores con una voluntad pedagรณgica que va mรกs allรก del programa de asignaturas, pero no disponen de medios, es decir, de tiempo y apoyo. No dan abasto. Estas funciones, en todo caso, se reservan al tutor y รฉl solo no llega a todos. El enemigo, en cambio, no para de crecer.
Las fรกbulas del รฉxito
Hay relatos de la felicidad diaria y relatos del รฉxito, y ambos siguen la misma lรณgica perversa. Los primeros se construyen en Instagram, Facebook, Twitter, Snapchat: posts de amigos haciendo cosas, disfrutando, celebrando; casi siempre se trata impactos positivos, y eso hace inevitable confundir la realidad con lo virtual y sentirse al margen de ese buen rollo generalizado. Uno conoce sus propias tristezas y sus propios ratos muertos, pero apenas habla de ellos en las redes, de manera que quedan invisibilizados. Se instala la exigencia del disfrute constante.
Con el relato del รฉxito, la dinรกmica se hace mรกs compleja. Se dice que el talento siempre acaba saliendo a la luz, siendo reconocido por su propia fuerza. Pero la calidad no es un bien tan objetivamente detectable, y menos en รกmbitos creativos. Cuando se reconstruye la vida de un gran artista se le ensalza hasta la pompa y el absurdo, y resulta inevitable acabar equiparando el talento con el don. Asรญ, parece que sus trabajos brillaban por sรญ mismos y que el talento saltaba a la vista de manera incuestionable (incluso para quienes no entendรญan el gรฉnero artรญstico concreto). Sin embargo, es solo una reconstrucciรณn posterior para justificar una adoraciรณn que ha dependido, ademรกs, de muchas otras cosas: la casualidad, las circunstancias familiares, los intereses econรณmicos, los contactosโฆ
En el artรญculo de Medium se habla de un estudio sobre procesos de selecciรณn de empresas en el que se analizaron 9.000 entrevistas. El entrevistador prestaba mรกs atenciรณn a los primeros candidatos y si le gustaba a alguno, desconectaba y, en consecuencia los siguientes quedaban excluidos sin importar su capacidad: el potencial no es un detonante del รฉxito por sรญ solo.
Estos dos tipos de relatos afectan tambiรฉn a los jรณvenes. Crean un mundo difuso de expectativas. Los chavales no cuentan con herramientas emocionales, lo cual puede complicarlo mรกs: ยซTenemos alumnos que son tan analfabetos emocionalmente que se enfadan porque son incapaces de ponerle nombre a la emociรณn que estรกn experimentando; lloran, no saben lo que les pasa y reaccionan asรญยป, apunta Moll.
ยซCuando uno conoce sus lรญmites es cuando puede empezar a vivir de manera consciente sin que ese mundo virtual tenga que decirle quiรฉn tiene que ser o adรณnde tiene que llegarยป, precisa. Una lucha sin cuartel para los docentes.
Nunca antes habรญamos tenido la oportunidad de crear una alternativa a este mundo de falsas libertades, injusticias y desigualdades. Las generaciones futuras deberemos reescribir la historia. Peroโฆ ยฟEstรก educaciรณn doctrinaria y alienante nos impedirรก salir del agujero? ยฟEstaremos preparados?
http://www.tecnologiasparaelcambio.wordpress.com
Artรญculo peculiar, importante Y real. Triste pero real.
El mundo seguirรก cada dรญa intoxicado y sin interรฉs de los que realmente buscan una oportunidad en algun lugar. No importa lo que haga y digas, simplemente no eres aceptado por las empresas sino llenas sus expectativas. Quizรกs somos la persona calificada para el puesto al estรกs postulando.. Sencillo no quedas en la selecciรณn..Porque el que realiza la selecciรณn no ve en ti lo que quiere para sus gustos.. Y asรญ vamos por la vida llenos de frustraciรณn.. Y asรญ se han creados todos estas personas capaces de daรฑar a los demรกs su gran grandes empresas..
estoy de acuerdo en que es necesaria una educaciรณn emocional, de hecho creo que quienes promueven esta idea de รฉxito como exigencia lo hacen xque no la han tenido.Pero conozco a profesores que con las herramientas que tienen en las aulas consiguen transmitir a los alumnos tanto la necesidad de esforzarse a partir de sus lรญmites como un enfoque mรกs maduro de sus expectativas.
Y es verdad que al รฉxito se llega x muchos caminos a veces siendo excelentes alumnos otras dejando la escuela y haciendo algo nuevo o x una serie de circunstancias que nos pinen en el lugar adecuado y en el momento adecuado para sacar a luz nuestras habilidades.Lo bรกsico es saber lo que uno quiere y hasta quรฉ punto estamos dispuestos a esforzarnos para conseguirlo..y el esfuerzo incluye no desanimarse si a la primera no nos sale bien x eso es importante la educaciรณn emocional y dirรญa que tambiรฉn el deporte xque es donde mรกs se pone en prรกctica esta mentalidad
Muy interesante el artรญculo, y totalmente cierto. Ni la escuela ni la universidad nos prepara para las frustraciones de la vida real. Uno estudia y se recibe pensando que, como una fรณrmula matemรกtica, obtendrรก recompensa de acuerdo a su esfuerzo. Y no es asรญ. En la escuela deberรญan enseรฑar esto.