Este matemรกtico es el culpable de que uses mp3 o jpg

Si usted puede ver la fotografรญa que hay encima de estas lรญneas, es precisamente gracias al hombre que aparece en ella. A รฉl hay que agradecerle, en parte, que podamos ver las imรกgenes de amigos en playas paradisรญacas en formato .jpg, escuchar la canciรณn Good Vibrations a todo volumen en .mp3 o ver a los aviones israelรญes bombardeando Gaza en una televisiรณn de alta definiciรณn.
(Un post de Materia Ciencia).
Es Charles Fefferman, nacido en Silver Spring (Maryland, EEUU) en 1949. Entrรณ a la universidad a los 14 aรฑos, era doctor en Matemรกticas con 20 y catedrรกtico de la Universidad de Chicago con 22, el mรกs joven de la historia de su paรญs. A los 29, fue galardonado con la medalla Fields, considerada el premio Nobel de Matemรกticas.
Fefferman fue, evidentemente, un niรฑo prodigio. Los cรกlculos que realizรณ en la dรฉcada de 1970 sirvieron para completar posteriormente el desarrollo de las ondรญculas, unas herramientas que permiten descomponer un sonido o una imagen en paquetes de informaciรณn mรกs sencillos que permiten su manejo. De estas virguerรญas matemรกticas nacieron las fotografรญas .jpg, las canciones en formato .mp3, las imรกgenes mรฉdicas de alta calidad y la televisiรณn de alta definiciรณn.

Libros de texto devorados en un dรญa

Pero Fefferman, ya en edad de jubilaciรณn, no se conforma con eso y sigue investigando, pese a que, segรบn reconoce con modestia, dejรณ de ser un prodigio โ€œhace muchos aรฑosโ€. Sentado en un sofรก del Instituto de Ciencias Matemรกticas (ICMAT), en Madrid, donde se celebrรณ la semana pasada el mayor congreso mundial de las matemรกticas aplicadas, recuerda que cuando tenรญa nueve aรฑos su padre le trajo el libro de mates de cuarto curso. โ€œMe lo leรญ en un dรญaโ€, afirma. Al dรญa siguiente, su padre, un doctor en Economรญa, le llevรณ el de quinto curso. Tambiรฉn lo devorรณ en un par de dรญas. Y asรญ sucesivamente hasta que encontrรณ su nivel, estratosfรฉrico para su edad.
Cuando empezรณ a dar clases en la universidad, muchos de sus alumnos eran mayores que รฉl. โ€œAl principio tenรญa problemas para que me tomaran en serio, pero el tiempo arregla este tipo de cosasโ€, recuerda. โ€œLlamadme Charlieโ€, fue lo primero que les dijo.
Fefferman publicรณ su primer estudio cientรญfico hace justo medio siglo, cuando tenรญa 15 aรฑos. Su profesora le habรญa dado un problema de lรณgica matemรกtica para que leyera en clase la soluciรณn, ya conocida. โ€œYo no comprendรญ muy bien la soluciรณn que venรญa en el libro, asรญ que desarrollรฉ la mรญa propia, y la maestra me dijo que iba mรกs allรก de la que existรญaโ€, rememora, sin darle aparentemente mayor importancia. El problema consistรญa en averiguar cuรกntos temas se pueden distinguir en una frase infinรญtamente larga. โ€œNo era un artรญculo matemรกtico fascinante, pero era publicableโ€, admite.

15 aรฑos fracasando contra un problema

Medio siglo despuรฉs de aquello, Fefferman sigue en la brecha. โ€œNo pienso en jubilarme en el futuro prรณximo, me gustan demasiado las matemรกticasโ€, afirma. Para รฉl, enfrentarse a un problema matemรกtico hipercomplejo es como jugar al ajedrez con el diablo, pero pudiendo dar marcha atrรกs en tus movimientos. โ€œJuegas una partida y, como el diablo es mucho mejor jugador, te aplasta. Pero te preguntas cรณmo ha hecho para ganarte y detectas tu error. Asรญ que vuelves a intentar otra cosa diferente. Las primeras veces que lo vuelves a intentar, te vuelve a aplastar, pero tarde o temprano no te podrรก derrotar de la misma manera. Descubrirรกs los trucos del diablo. Serรก necesario intentar muchรญsimas cosas, pero podrรกs acabar ganando. Yo habrรฉ ganado al diablo unas 20 veces en toda mi vidaโ€, resume orgulloso, como si fuera Johnny, el niรฑo que gana al demonio en un duelo de tocar el violรญn en la canciรณn The Devil Went Down to Georgia, de la Charlie Daniels Band.
Sin embargo, el diablo ha aplastado a Fefferman en muchas ocasiones. En una de ellas, la batalla durรณ 15 aรฑos. El problema que le obligรณ a claudicar era el siguiente: โ€œSi coges un electrรณn y un protรณn, se combinarรกn para formar un รกtomo de hidrรณgeno. Los cรกlculos para demostrar esto estรกn en cualquier libro de texto de mecรกnica cuรกntica. Pero si coges miles y miles de millones de electrones y protones y los metes en una caja y la agitas bien, no estรก tan claro por quรฉ los electrones y protones se emparejan para formar รกtomos, porque intervienen billones de fuerzasโ€. Finalmente, tuvo que aceptar el jaque mate del demonio. Y el problema, que no tiene ninguna aplicaciรณn concreta, sigue a dรญa de hoy sin soluciรณn.
โ€œA veces me siento deprimido, pero estoy obligado a continuar, porque los problemas me agarran y no me dejan irmeโ€, confiesa. Actualmente, Fefferman, investigador en la Universidad de Princeton desde los 24 aรฑos, trabaja en varios problemas. Uno de ellos es comprender las llamadas singularidades de tipo splash, el fenรณmeno que cualquier baรฑista puede observar en una playa al ver cรณmo rompen las olas, girando sobre sรญ mismas y tocรกndose. El matemรกtico estadounidense se enfrenta al problema con los miembros del laboratorio que dirige a distancia en el ICMAT. De momento, su equipo, con el matemรกtico espaรฑol Diego Cรณrdoba a la cabeza, ha demostrado la existencia de estassplash en mundos teรณricos en los que no existe la playa, ni el fondo marino, ni el viento. Sin embargo, las olas, sรณlo con agua y aire, se siguen produciendo. โ€œPodemos imaginar que Dios empieza el movimiento del agua y luego se aleja. Pero no tengo ni idea de quiรฉn es Dios aquรญโ€, reconoce Fefferman.

Hijas matemรกticas

El matemรกtico no se preocupa en exceso por las aplicaciones de sus comecomes cerebrales. Como ocurriรณ en el caso del .jpg y el .mp3, sabe que llegarรกn. โ€œLos fluidos estรกn por todas partes, son muy importantes y no los comprendemos muy bien. Hemos hecho progresos, pero lo que hemos descubierto es poco comparado con lo que todavรญa no conocemosโ€, explica.
A sus 65 aรฑos, Fefferman continรบa con pasiรณn dando clases en Princeton, una de las mejores universidades de EEUU. โ€œAllรญ no todos los alumnos son buenos, pero los mejores son impresionantes. Los peores, en cambio, no son brillantes en absoluto. No me gustarรญa trabajar en las oficinas de admisiรณn. Si quieres que tu hijo vaya a Princeton pagando, tendrรกs que desembolsar una cantidad brutal de dinero. No sรฉ lo que pasa dentro de las oficinas de admisiรณn de Princeton, pero veo los resultados, veo cรณmo llegan los estudiantesโ€, lamenta.
Cuando no estรก jugando al ajedrez con el diablo, el matemรกtico estadounidense pasea, nada, escucha mรบsica o juega โ€œmuy malโ€ al ping-pong. Sus dos hijas han seguido los pasos de su padre. Una de ellas, Lainie, es profesora de matemรกticas en un instituto de Nueva York, aunque tambiรฉn es una compositora relativamente conocida en EEUU. La otra, Nina, es una biรณloga que aplica modelos matemรกticos para estudiar los sistemas biolรณgicos complejos.
Sus hijas son dos excepciones en un mundo, el de las matemรกticas, dominado por los hombres. โ€œYo no veo diferencias particulares en los procesos mentales de hombres y mujeres. Este problema [de la falta de mujeres] es un asunto cultural. Una de mis hijas levantaba el brazo de pequeรฑa en clase de matemรกticas  y el profesor ni la mirabaโ€, seรฑala. โ€œRecuerdo que habรญa una muรฑeca Barbie que decรญa 10 frases y una de ellas era โ€˜Las matemรกticas son difรญcilesโ€™. ยฟCuรกntas decenas de millones de niรฑas habrรกn jugado con una Barbie que les decรญa โ€˜Las matemรกticas son difรญcilesโ€™?โ€, expone enfurecido. Pero, por suerte para el mundo, Fefferman no tuvo que sufrir la cantinela de ninguna Barbie estรบpida.

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Patrick Thomas

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