Entre los jóvenes, sobre todo los de la generación Z, se ha hecho muy popular el concepto de filosofía delulu. Esta corriente filosófica que circula por TikTok se centra en utilizar la imaginación para anticipar el éxito y visualizar situaciones positivas, con el objetivo de aumentar la felicidad y la motivación.
¿Alguna vez has tenido un sueño, meta o aspiración que te parecía tan improbable o imposible que ni siquiera te atrevías a contárselo a nadie por miedo a que se rieran de ti? Pues bien, imagina por un momento que decides seguir ese sueño que tanto anhelas, por descabellado que parezca. Imagina que te lanzas a perseguirlo con una convicción ciega, con la absoluta certeza interna de que vas a conseguirlo. Esa es la esencia de la filosofía delulu.
¿Pero qué significa exactamente estar delulu?
Delulu viene de desilusional (delirante) y consiste en vivir en tu propia realidad, creyendo firmemente que tus sueños y aspiraciones se cumplirán, independientemente de lo improbables que parezcan.
Se trata de una actitud extremadamente optimista y esperanzadora sobre el futuro, que permite a los jóvenes perseguir sus ambiciones con total convicción y seguridad, sin dejarse desanimar por las dificultades o por aquellos que les dicen que sus objetivos son poco realistas. En definitiva, ser delulu es tener fe ciega en uno mismo y en las propias capacidades para alcanzar aquello que uno desea profundamente, por muy difícil o lejano que parezca.
Popularización a través de redes sociales
Esta filosofía se ha popularizado gracias a la música pop coreana y a creadores de contenido en redes sociales como TikTok o Instagram. Multitud de influencers y creadores de contenido de la generación Z promueven en sus vídeos cotidianos la importancia de pensar en grande, creer en los sueños y no rendirse nunca.
De hecho, el hashtag #delulu acumula millones de visualizaciones.
Uno de sus principales defensores es el tiktoker Moses Wong, quien afirma:
«Usamos la imaginación delulu para describirnos a nosotros mismos cuando queremos creer en algo improbable o imposible que suceda».
¿Por qué se ha convertido en una especie de mantra entre los jóvenes?
Son varios los motivos que explican su atractivo:
Incertidumbre sobre el futuro
En primer lugar, la generación Z ha crecido en un contexto de incertidumbre generalizada no solo por la precariedad y las crisis económicas, sino también por amenazas globales sin precedentes, como la emergencia climática o las pandemias. Tener este tipo de mentalidad con ambiciones desmesuradas les permite mantener la ilusión y la esperanza ante un futuro que se presenta muy incierto.
Mentalidad acelerada y ambiciones elevadas
Además, son la primera generación nativa digital, hiperconectada a internet desde su infancia y rodeada de estímulos e información constantes. Esto les ha hecho acostumbrarse a vivir y pensar a una velocidad de vértigo. Por ello, tener aspiraciones ambiciosas, que en otro tiempo podrían haber parecido poco realistas, ahora les resulta natural.
La inmediatez y la velocidad que permiten las nuevas tecnologías también han acelerado sus expectativas: quieren triunfar ya, ser famosos ya, cumplir sus sueños ya. Y la mentalidad delulu encaja bien con este afán.
Espíritu transformador y inconformismo
Por otro lado, a diferencia de generaciones anteriores, están mucho menos dispuestos a adaptarse pasivamente a las circunstancias que les han tocado vivir. Tienen un fuerte espíritu transformador y deseos de cambiar su realidad. Ser delulu y aspirar a grandes metas, por utópicas que sean, es una forma de rebeldía y inconformismo ante el statu quo.
Individualismo y culto al éxito personal
Y por supuesto, el individualismo extremo y el culto casi egocéntrico al yo, tan propios de nuestra era, también quedan reflejados en esta filosofía delirante que sitúa al individuo y sus ambiciones personales en el centro absoluto. Lograr el éxito personal se concibe, en gran medida, como una especie de realización espiritual.
¿Cómo se aplica en la vida cotidiana?
Adoptar esta mentalidad en la vida diaria significa, por ejemplo, presentarse a un trabajo de ensueño aunque no cumplas todos los requisitos, pedir una cita a alguien inaccesible, cambiar a una carrera vocacional aunque suponga empezar de cero, mudarse a una gran ciudad sin contactos previos o lanzar un negocio ambicioso sin experiencia sectorial.
Es arriesgarse, aspirar alto y creer ciegamente que se puede, aunque todos los demás lo vean imposible o una locura. Es perseguir el propio ideal de vida sin quedar limitados por lo razonable o probable. Es, en definitiva, atreverse a vivir los propios sueños con ambición desmedida y optimismo irracional.
¿Qué riesgos tiene?
Aunque tiene defensores entusiastas, también tiene sus detractores. Algunos expertos advierten que no debería confundirse con pensamiento mágico irracional. También argumentan que la distorsión de la realidad puede tener también consecuencias perjudiciales si se lleva al extremo:
- Puede llevar a tomar malas decisiones basadas en falsas creencias.
- Generar frustración o decepción cuando esa realidad imaginada no se cumple.
- En casos extremos, derivar en patologías psicológicas como trastornos delirantes.
Por ello, debemos encontrar un equilibrio y ser realistas a la hora de aplicar cualquier nueva filosofía de vida.
Tabla-chuleta de lo que hemos aprendido:
Punto Clave | Descripción |
---|---|
«Autoengañarse es la solución» | Consiste en fingir una realidad mejor, incluso si no es realista, lo cual puede tener beneficios psicológicos. |
Tener una distorsión positiva | Se trata de tener una distorsión positiva, no negativa, de la realidad. |
No solo desear | No es simplemente desear que algo ocurra, sino convencerse mentalmente de que ya es una realidad. |
Estructurar la mente hacia lo positivo | El objetivo es estructurar tu mente hacia lo positivo para aumentar la motivación y la confianza. |