Gente corriente en mundos fantásticos y gente fantástica en mundos corrientes

27 de diciembre de 2017
27 de diciembre de 2017
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La base de la fantasía es sencilla: coloca a un personaje corriente en un mundo fantástico o a un personaje fantástico en un mundo ordinario. Con frecuencia el choque entre universos basta para llevar el espectáculo hacia adelante.

Por supuesto, también está la combinación de personaje fantástico en un mundo fantástico. En este caso el creador juega con la desmitificación (la primera película de Shrek) y/o la parodia de la realidad (las continuaciones de Shrek). En cualquier caso, el público necesita referentes de la realidad que conoce. Necesita comparar. Las aventuras de un personaje fantástico en un universo ajeno por completo a nuestra realidad serían difíciles de seguir.

El escritor Terry Pratchett, creador de la saga literaria de fantasía Mundodisco, recomendaba a los jóvenes escritores buscar lo realista en la fantasía: ¿Qué comen las hadas? ¿Qué sistema económico rige el mundo de los ogros?

Por esto, en las series, junto a los grandes temas (supervivencia, adaptación, huída…), hay líneas argumentales centradas en lo cotidiano, la familia, la pérdida, la enfermedad, el amor…

Los cuentos de hadas para adultos como Juego de Tronos tienen a personajes con irrefrenables pasiones y necesidades; tienen hambre, defecan, pústulas (no como la Bella Durmiente, que estuvo en un sueño profundo que muchos quisieran).

Mientras el agente Cooper está en la sala de espera —cuya lógica se nos escapa— su doble toma café y donuts y hace el amor con una desesperada ama de casa. Este salto entre un universo y otro permite a Lynch eludir engorrosas cuestiones: ¿Qué comen en la habitación roja? ¿A qué dedican el tiempo libre sus vecinos?

Atravesar como Alicia un mundo fantástico en busca de una escapatoria también es una buena excusa para eludir cuestiones del día a día.

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El Ministerio del Tiempo: gente corriente en mundos fantásticos.

Si un personaje fantástico viaja o choca con la realidad lo hace con la presente. No acaba en la Edad Media. Pero un personaje de nuestro tiempo sí puede acabar en la Edad Media que por su lejanía se nos antoja fantástica. La patrulla temporal de El Ministerio del Tiempo está formada por gente corriente (altamente preparada, eso sí). Por esto las historias de viajes en el tiempo son más hermanas de la fantasía que de la ciencia ficción. Al público no le importa tanto cómo llegó el personaje a otro mundo u época, si por tecnología, una droga, un sueño, un secuestro, un agujero en la pared… al público le gusta el contraste entre lo nuevo y lo viejo; lo conocido y lo desconocido.

Con independencia de lo buenos o malos que sean los guiones, cuanto más lejano está un personaje fantástico de la realidad —y los problemas reales— más costará llegar a un público genérico. La longevidad de Doctor Who se debe a una legión de seguidores fieles y no a su masificación. Quienes buscan la resolución de los crímenes de Twin Peaks aborrecen los mundos alternativos. Y quienes buscan soluciones a los enigmas de la Isla… cruzan los dedos cada vez que ven en los créditos los nombres de J. J. Abrams y Damon Lindelof.

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