Conocimos la historia de Tejiendo Petrer por medio de Sara. Aquella empleada del Ayuntamiento de la localidad alicantina se curró la portada del número de septiembre del año pasado a base de hilo («finísimo, del número 12») y mucha paciencia. Durante este tiempo, Sara y el resto de tejedoras del pueblo han seguido reclutando miembros para la guerrilla de ganchillo con la que están redecorando y potenciando el turismo de la localidad.
«Aunque poquito a poco se van destinando más recursos al turismo, lógicamente la partida presupuestaria para este área es aún pequeña por lo que todo lo que pueda venir por parte de la gente del pueblo es bienvenido. Los ovillos son muy baratos».
Después de vestir los árboles de la plaza para «demostrar que se podía actuar sobre el patrimonio, en este caso medioambiental, sin cargárselo», Sara y las por aquel entonces 48 mujeres que la acompañaban en el aventura («ahora somos 207»), decidieron cubrir la fachada del Museo Arqueológico de la localidad con patchwork.
Y así es como empezaron a tejer las más de 2.100 piezas de ganchillo que necesitaban para empapelar la portada del edificio. «Por un lado, escribimos el nombre de la muestra que se expone en el Museo y en la otra parte pusimos Tourits Info».
Pero no se quedaron ahí. «Lo siguiente fueron las banderas de Moros y Cristianos. Aquí tenemos una figura que es la Abanderada, que es la que porta la bandera de cada comparsa, y lo que hicimos es tejer de ganchillo las banderas de las 10 comparsas». Estas ahora pueden verse en la sede de Moros y Cristianos que está en la misma Plaza Mayor.
«En lugar de dispersar las piezas a lo largo del pueblo, ‘actuamos’ siempre en el mismo sitio para ‘engrandecer’ la obra. Además, la Plaza Mayor es el centro neurálgico de Petrer».
Después llegó el tapiz con el patrón de los Moros y Cristianos que se colgó en la fachada de la iglesia, en la Plaza Mayor, cómo no. Y con motivo de la celebración de las fiestas de la Virgen del Remedio, las tejedoras de Petrer realizaron su propia versión de la imagen de su patrona a base de patchwork.
Sara y el resto de tejedoras se fueron animando y decidieron intervenir en otro de los reclamos turísticos del pueblo, Petrer se viste de luna, una visita teatralizada que se realiza todos los sábados cercanos a la luna llena. Ahora toda su señalización está hecha de ganchillo. «En los balcones de los particulares por los pasa el recorrido estamos colgando tapices de gachillo con la temática de Petrer: un bolso y unos zapatos, que es lo que aquí se fabrica; unas vides, porque estamos en la Ruta del Vino; los hornos que también visitamos…»
Los tejidos no solo han servido para señalizar su pueblo y convertirse así en un reclamo turístico más. También han permitido a Petrer recuperar una tradición prácticamente perdida en el pueblo. «Realizamos encuentros periódicos en el que las más expertas enseñan a las menos duchas y en ellos se dan cita abuelas con sus hijas y sus nietas».
De momento no imparten cursos de ganchillo pero Sara anuncia su intención de poner pronto uno en marcha con el objetivo de captar tejedores. Algo que aún no han conseguido: «Estamos pendientes de iniciar un taller junto con la Consejería de Igualdad para que se apunten hombres». De forma paralela, Sara y el resto de compañeras siguen en contacto con un grupo de tejedores noruegos que realizan labores de ganchillo para jardines. «Los conocimos a través de Internet. De momento, no hemos colaborado con ellos pero todo se andará».
Sara dice que con Tejiendo Petrer también se ha conseguido implicar a la gente mayor del pueblo. «El casco histórico del pueblo está muy bien conservado en Petrer lo que hace que el turismo se congregue allí. Las personas que vive en esa zona es gente mayor por lo que el ajetreo de turistas a veces no era del todo de su agrado. Pero ahora hemos conseguido implicarles. Se sienten anfitriones de su pueblo».
Aunque los locales no son los únicos involucrados en Tejiendo Petrer. Más de uno de los patchwork que luce el pueblo ha sido tejido por algún turista, tanto ocasional como habitual. «Muchos de los que viene aquí tienen segunda residencia en San Juan, Gandía, Torrevieja… Así que aprovechan para venir y traernos sus trabajos y verlos expuestos. Otros nos lo envían por correo y luego les pasamos fotos para que comprueben cómo ha quedado». Para Sara «Petrer no es un parque temático, solo un pueblo que funciona».