Hay un Madrid escondido dentro de Madrid que casi nadie conoce. Ni los que visitan la ciudad ni los que la habitan. Ese Madrid es el que descubre y describe una guía llamada ‘Madrid insólita y secreta’ porque de eso, exactamente, es de lo que se ocupa. De lo inusitado y lo desconocido de la ciudad.
En ese Madrid ha desaparecido el museo del Prado. Tampoco está el Retiro. No importan ni para los escritores ni para los lectores de esta guía. Hay, sin embargo, una calle en el centro de la ciudad, peatonal, amable, tranquila… Empiezas a caminar por ella…
…continúas andando hasta que llegas a una de sus esquinas. Detrás de una farola hay un azulejo que anuncia el nombre de la calle.
Se llama Calle de la Cabeza. Un nombre extraño, que despierta cierta curiosidad y que ha servido, incluso, de inspiración para dar título a proyectos como este fanzine.
Te sigues acercando y… ¡¡¿Qué es ese dibujo que aparece junto al nombre de la calle?!!
«Es una terrorífica cabeza decapitada sobre una bandeja de plata», explica la guía.
«Cuenta la leyenda que en esta calle vivían un sacerdote y su criado. El criado era un tipo muy ambicioso que envidiaba las pertenencias del clérigo hasta tal punto que no tuvo ningún reparo en asesinarle para robarle el oro que guardaba», relata la obra.
«Le cortó la cabeza y huyó a Portugal sin dejar huella. Con el paso de los días, los vecinos empezaron a notar la ausencia del clérigo en el barrio. Una notificación de la Parroquia de San Sebastián, que solicitaba la presencia del clérigo para un entierro, llevó a un sacristán a entrar en la casa, donde descubrió el crimen que horrorizó al barrio y que, aparentemente, quedó sin resolver».
«Muchos años después, el criado volvió a Madrid convertido en elegante caballero. Una mañana, mientras daba una vuelta por el Rastro, compró una cabeza de cordero. Un alguacil, viendo el reguero de sangre que iba dejando en la acera, le dio el alto. ‘¿Qué lleva ahí?’, preguntó. ‘Una cabeza de cordero’. Pero, al abrir la bolsa, lo que encontró fue la cabeza del sacerdote asesinado y fue condenado a la horca».
Es una de las miles de historias de ese Madrid insólito. En esa ciudad hay también un Ministerio de Agricultura que muchos no conocen. Ese que miran al pasar por la Glorieta de Atocha pero en el que no ven todas las referencias masónicas que hay en su fachada.
Es el Madrid donde hay un templo, la Iglesia de San José (Alcalá, 43), que se ha convertido en el punto de peregrinación de los ‘cazafantasmas’ por el número de espectros que andan por ahí. Donde hay también una escultura de un pez, del siglo XVII, que dice ‘Casa del Pez’ y que da nombre a la conocida Calle Pez.
Un Madrid que un rey convirtió en capital de Armenia. El Madrid donde se haya una biblioteca militar especializada en OVNIS, el único exorcista de España, un monumento a la abuela rockera, una sacristía de los Caballeros de la Orden de Santiago y un cementerio de animales.
Esta guía de la editorial Jonglez, igual que el resto de volúmenes dedicados a otras ciudades, está escrita por los habitantes de las ciudades y no solo se dirige a los turistas. Está destinada a los propios habitantes de una localidad.
La idea de hacer guías insólitas asaltó a Thomas Jonglez cuando estaba viajando por Pakistán. Vivía en París y, según cuenta, no conocía “ninguna guía turística para los habitantes hecha por los habitantes. Así que imaginé hacer una guía de París para sus habitantes”.
A esa ciudad se dedicó la primera guía. “Ahora tenemos 70 en 6 idiomas distintos” y la mayor parte de su público está formado por “locales y turistas que ya conocen la ciudad”.
Las guías insólitas de Barcelona, Amsterdam, Bruselas, Costa Azul, Lisboa, Londres, Roma, Venecia… han tenido una aceptación “muy, muy buena”, dice Jonglez. “La guía de Londres, por ejemplo, fue la más vendida en el Reino Unido en 2010. Igual ocurrió en Ginebra y Venecia. La guía, además, acaba de recibir el premio a la mejor guía extranjera en el Book Fair 2011, en Praga (el año pasado consiguió este galardón en Londres).
Algunas fotos de la guía de Madrid insólita y secreta: