Puede que Historia de un matrimonio sea la película dramática contemporánea más comentada de los últimos años (en la calle y las redes sociales) al poco de su estreno en cines escogidos y en Netflix (la plataforma que la produce).
Historia de un matrimonio ha sido diseccionada de tal manera que sabemos que los elementos que gustan a unos, irritan a otros. Parece que hay poco que contar, pero quedan cuestiones pendientes.
Cuestiones que pueden importar a las personas interesadas en cómo se construyen las historias.
POR QUÉ LOS PROTAGONISTAS SON NEOYORQUINOS SIN APUROS ECONÓMICOS
Historia de un matrimonio ha sido acusada de ser «una historia de ricos» o de «gente que no tiene problemas para llegar a fin de mes». El argumento no admite discusión: los protagonistas pagan abogados a 950 dólares la hora que exigen 25.000 dólares por adelantado.
El desahogo económico de los protagonistas es necesario para el desarrollo de Historia de un matrimonio. Esto no es nuevo. Sus protagonistas no son distintos a los que aparecen en producciones clásicas como Dos en la carretera o Kramer contra Kramer, o los protagonistas ociosos de los films de Woody Allen ambientados en Manhattan.
No es raro que los personajes de un drama familiar o de pareja tengan economías desahogadas. Esto tiene un objetivo: el guion puede centrarse en la psicología de los personajes y las interacciones de los miembros de la pareja. La crisis o ruptura no depende de la falta de dinero, sino que se produce por falta de diálogo, o por incompatibilidad, o porque uno cambió y el otro no, o por una infidelidad.
EL DINERO ES UN ELEMENTO EXTERNO PROSAICO
Si el dinero fuera el motivo de la crisis en un drama de pareja, la conclusión llegaría antes. El dinero es una causa objetiva que no admite discusión. Uno de los miembros podría reprochar a otro: «No tenemos dinero y tú te lo gastas en…».
Igualmente, si la falta de dinero fuera el problema, el guion podría solucionarlo con un trabajo inesperado o un billete de lotería. Pero ¿cómo se arreglan diferencias irreconciliables o cómo puede curarse la herida causada por una traición?
Es evidente que esta economía desahogada provoca el rechazo a una parte del público. Pero Historia de un matrimonio no podría funcionar de otra manera.
SE DEBEN ESCOGER ELEMENTOS QUE POTENCIAN LA HISTORIA
Todo autor debe escoger los elementos que potencien la historia que quiere contar y apartar aquellos que la desvíen. Thelma y Louise deben tener problemas económicos. Batman no puede tener problemas para pagar la gasolina.
La historia escrita y dirigida por Noah Baumbach no es «cuando falta el dinero en un matrimonio, el amor sale por la ventana». Plantea otra cuestión: ¿Cómo desaparece el amor cuando parece que dos personas se quieren? (Hay una infidelidad, sí, pero ¿cómo se llegó a ella?)
Curiosamente esta elección de los protagonistas con desahogo económico hace la historia más popular porque concentra la atención en el drama. Otra cuestión es si el desarrollo dramático tienen más o menos tintes de telenovela. (Esto es un punto del debate).
Por contra, hay comedias románticas protagonizadas por personas con profesiones corrientes. Cuando comienza una historia de amor el dinero no importa tanto. El amor es la magia en lo cotidiano.
POR QUÉ LA HISTORIA ESTÁ CENTRADA EN EL PERSONAJE DE ADAM DRIVER
Crítica y el público han remarcado que el guion da mayor importancia a Adam Driver que a Scarlett Johansson. Pero esta falta de simetría no es un error.
LA ATENCIÓN AL PERSONAJE VULNERABLE
En todo drama familiar o de pareja cualquiera el guion pone mayor atención en el personaje más vulnerable o el que soporta mayores problemas. En Historia de un matrimonio, este personaje es el director de teatro interpretado por Adam Driver.
EL EMPODERAMIENTO DEL PERSONAJE DE SCARLETT JOHANSSON
No olvidamos que la actriz interpretada por Scarlett Johansson ha sufrido la infidelidad de Adam Driver. Pero ella ha sacado fuerzas para dejar Nueva York. Ha tomado conciencia de su valía como actriz. Es la protagonista de una serie de televisión. Se ha empoderado. Ha escapado de la influencia del controlador director de teatro. Vive en los Ángeles donde está arropada por la madre, la hermana, otros familiares y viejos amigos. Ella está encontrando su centro.
LA DEBACLE EMOCIONAL Y PRÁCTICA DEL PERSONAJE DE ADAM DRIVER
El personaje interpretado por Adam Driver está descentrado. Ha perdido la musa. La decisión de la mujer lo ha pillado por sorpresa. En Los Ángeles está fuera de lugar. No tiene familia ni amigos. Los continuos viajes de Nueva York a Los Ángeles le impiden estrenar en Broadway. Su hijo prefiere Los Ángeles a Nueva York. Para colmo, aparta de sí a la única persona que le muestra un mínimo de calor humano: el abogado interpretado por un Alan Alda al que todos querríamos tener como tío.
La regla más simple del drama, la única que conviene observar es: mete a tus personajes en líos. Y en Historia de un matrimonio Adam Driver está metido en muchos más líos que Scarlett Johansson.
Driver va de un lado a otro. Puede perder la custodia del hijo. Pierde su salto a la fama. Y sobre todo, es quien sufre más por el derrumbe de su matrimonio contra sus expectativas. Esperaba de alguna manera que tras el piloto interpretado por la esposa todo volviera a la normalidad. Por contra, Scarlett Johansson tiene claro que quiere acabar con la relación.
La caída en picado de un personaje siempre se sigue con mayor interés que la historia de alguien que resuelve cosas. (Queremos al pato Donald por esto, pero rechazamos a su suertudo primo Narciso).
Pero esta falta de simetría no significa que el guion quiera más a Adam Driver. No solo queda clara la infidelidad de Driver, también su egoísmo y el control sobre la vida de la esposa. Él siempre ha considerado que sus propios sueños y deseos eran los deseos de su esposa. Simplemente, la asimetría quiere mostrar las dificultades por las que pasa Driver, mientras que Johansson se encuentra a sí misma.
POR QUÉ LOS DIÁLOGOS SON EXPLÍCITOS
Los diálogos de Historia de un matrimonio se oponen por completo a la teoría del guionista Rafael Azcona: «Un guion es bueno cuando solo lees los diálogos y no entiendes la película». Es el tipo de diálogos que desarrolla Breaking Bad y la película El camino.
El tipo de diálogos de Breaking Bad es imposible en Historia de un matrimonio. Driver y Johansson están enfrentados, pero no de manera física como los protagonistas de La guerra de los Rose, aquella película en la que Kathleen Turner y Michael Douglas se tiraban los trastos a la cabeza de manera literal.
Historia de un matrimonio es una película de reproches cruzados y de tribunales. Hay poco espacio para escenas visuales. ¿De qué manera podrían traducirse en la lucha verbal?
De hecho, si las escenas de exteriores fueran eliminadas, se podría seguir la película igualmente. Un ejemplo: la secuencia de escenas de los caramelos de Halloween transcurre así:
1) El hijo vuelve de recoger caramelos con la madre. En el apartamento alquilado de Driver vacía la bolsa en el suelo. Hay muchos.
2) Padre e hijo intentan conseguir caramelos en un desolado Los Ángeles.
3) Driver compra caramelos en una tienda.
4) El pequeño vacía la bolsa de caramelos: hay pocos.
Si en la secuencia 1) viéramos salir del piso al padre y al hijo… y tras un fundido o corte abrupto hubieran entrado en el piso cansados y con pocos caramelos, no echaríamos en falta información.
En este sentido, Historia de un matrimonio está más cerca de la televisión de los 90 que del cine, solo que se le han añadido escenas para airear el teatro, como diría Hitchcock.
Pero a Noah Baumbach parece no interesarle la economía narrativa. Con el paseo del padre y el hijo en Halloween quiere remarcar la desolación de Driver y también airear la escena (un recurso habitual del teatro filmado). Si esta y otras escenas de exterior son necesarias o apuntalan la trama es otro debate. En cualquier caso, a Baumbach le ha funcionado.
¿’HISTORIA DE UN MATRIMONIO’ ACABA MAL?
Historia de un matrimonio es la crónica anunciada de una ruptura. El espectador que haya albergado la reconciliación del matrimonio no habrá estado atento a las quejas recurrentes de Scarlett Johansson: Driver es un hombre egoísta y controlador.
Es cierto que el personaje de la actriz ama al director como demuestra a lo largo de la historia a pesar de estar embarcados en un proceso judicial. Pero resultaría extraño y contra toda lógica que el matrimonio se hubiera recompuesto. ¿Podría Johansson volver al estado anterior como esposa que accede a todos los deseos del marido?
Pensamos con frecuencia en las relaciones como en algo utilitario. Por esto, no es raro pensar cuando acaba una relación que hemos perdido el tiempo. ¿Acaso una relación tiene un objetivo material? ¿No es mejor pensar que fue un período de la vida en la que amamos, fuimos amados y crecimos como personas?
Lo cierto es que realmente Historia de un matrimonio no acaba mal. Johansson se ha hecho fuerte. Ha ganado tanta confianza en sí misma que se ha convertido en directora de la serie. Por otro lado, Driver ha dejado atrás su egoísmo. De estar emperrado en vivir en Nueva York ha pasado a vivir a Los Ángeles para estar cerca de su hijo. Por otro lado, los protagonistas se respetan e incluso mantienen una cálida amistad. Pocas veces un divorcio ha sido tan amistoso.
¿Sería un final feliz que Johansson dejara atrás sus aspiraciones como persona para complacer a su marido?
Uno de los méritos de Historia de un matrimonio es hacer olvidar a una parte importante del público que el personaje de Driver es tóxico. (No significa que sea a propósito una mala persona, pero se comporta como un niño grande y egoísta que no mide el poder de su capricho).
POR QUÉ ‘HISTORIA DE UN MATRIMONIO’ LLAMA LA ATENCIÓN
La tragedia no es la lucha entre el bien y el mal. La tragedia es la lucha entre dos personas que se quieren. Esto es Historia de un matrimonio. Es lo que cala a pesar de las imperfecciones de la propuesta.
A veces pasa que se ama y se es correspondido, pero la vida o, peor aún, uno mismo sabotea la relación. No por maldad. Por inmadurez. Por incapacidad para gestionar las propias emociones. Y así ocurre la paradoja de los amantes de «no puedo estar contigo, pero no puedo estar sin ti». Hasta que uno mismo o la otra persona rompe la dinámica. Esta es la esencia de Historia de un matrimonio.
El favor del gran público se debe justo a que retrata una realidad al margen del dinero. Una realidad que tiene que ver con el dolor del corazón.