Los abusos tienen peaje. El tenis castiga el exceso en pista con la epicondilitis o el ‘codo de tenista’. El pedaleo incesante pasa factura a nombre de Sever. Pero no solo es el deporte. La adicción a internet también tiene precio. El móvil está cociendo tendinitis en millones de pulgares de todo el planeta. No hay todavía nombre definido para los que lapidan continuamente la batería de su smartphone pero sí hay formas de aliviar los síntomas que provoca en sus músculos y tendones. Una de ellas es el i-m@ssage.
Este masaje surgió de una observación obvia. Los clientes del spa del Barceló Sancti Petri Spa Resort iban a las instalaciones con su móvil en la mano. Los masajistas le informaban que allí no había cobertura y, a menudo, la reacción era como si el mundo acabase donde se pierde el 3G.
“Nos preguntamos qué hacer. Hablamos con los fisioterapeutas y pensamos que podíamos diseñar un masaje específico para aliviar las tensiones del uso continuo del móvil. Es algo muy habitual”, explica María Casado, directora de este spa.
Hablaron con fisioterapeutas, osteópatas, quiroprácticos, masajistas y neurólogos. La suma de toda la información reveló los efectos más comunes de un uso excesivo del móvil: “dolores de cabeza, cansancio en el cuello, tendinitis en el pulgar y fatiga ocular”.
Descubrieron que “el problema empieza en los músculos de los ojos”. La vista se fija en un punto entre las manos. Por un lado supone fatiga visual y por otro genera tensión en la zona cervical. “Fijar la vista provoca tensiones en el cuello y, después, en los tendones de los pulgares”, especifica Casado.
A continuación un grupo de fisioterapeutas diseñó “un protocolo de tratamiento” específico para combatir los males del heavy user del smartphone. “El masaje empieza por la cabeza. Sigue por el cuello, los hombros, los brazos, las manos, los dedos y al final hacemos reflexología facial para la vista”.
El programa combina “técnicas de digitopresión, rotaciones, estiramientos, amasamientos y masaje”, indica la directora.
Después de los 40 minutos del tratamiento, el fisioterapeuta da una serie de recomendaciones posturales al cliente para que las incorpore a su rutina y, además, le da un consejo clave: “Usa menos el móvil”.