Si caminas por Nueva York con el cuello doblado y la vista pegada al móvil, te vas a perder un montón de cosas muy interesantes. Entre ellas, unas curiosas señales que el estudio creativo multidisciplinar Burn & Broad ha colocado por toda la Gran Manzana buscando impactar en aquel que quiera y sepa mirar. A este proyecto de arte urbano lo han llamado It’s a sign y pretende «celebrar la creatividad y la positividad» de la ciudad norteamericana.
«En realidad, nuestra intención es inspirar a las personas con mensajes positivos», explica Vicente García Morillo, uno de los socios de la agencia, junto con el ex director creativo de Nike Eugene Serebrennikov. «NYC es bien conocida por su ritmo frenético; todo el mundo corre para no llegar tarde a su próxima reunión. Pretendemos romper esta dinámica y hacer que los transeúntes despeguen los ojos de sus teléfonos móviles, miren por un momento hacia arriba y simplemente… sonrían».
Pero la positividad del mensaje no impide, en ocasiones, que la imagen impacte y haga reflexionar por un instante. «Algunas de nuestras instalaciones, como las bolsas de basura con la palabra EGO, son atrevidas y disruptivas, pero con un mensaje subyacente de positividad. Desechar nuestro propio ego es necesario para ser conscientes de que nadie se ha ganado el derecho de ser codicioso o perseguir sus intereses personales a expensas de los demás. Para nosotros, este es un mensaje muy importante en los tiempos que vivimos».
Las señales no se circunscriben a un único distrito de la ciudad. «Instalamos a propósito cada señal en diferentes barrios de Nueva York, desde zonas más alternativas en el Lower East Side hasta las zonas residenciales del Upper West Side», explica García Morillo. «Algunas de las ubicaciones fueron reveladas por nuestro estudio a través de las redes sociales, mientras que otras fueron descubiertas directamente por personas que se las cruzaban por las calles. Nuestro propósito es trasladar la acción a otras ciudades, desde los Estados Unidos hasta Europa y más allá».
Nueva York está llena de señales. Forman parte de su paisaje, igual que los rascacielos y los puestos de comida callejera. «Una de las características de NYC es que está en constante construcción y transformación y las señales dibujan parte del paisaje de la ciudad. Los chalecos amarillo fluorescente de los obreros, las cintas de seguridad, los conos de señalización y chimeneas humeantes de plástico naranjas que se levantan desde el pavimento…Todos estos elementos refuerzan el carácter icónico que hace de NYC una ciudad hermosa y siempre inspiradora».
Solo hay que levantar la vista y fijarse. «Las calles de la ciudad de Nueva York están llenas de hermosos grafitis, colores explosivos y personas únicas», comenta García Morillo. «De alguna manera, recorrer sus calles es como caminar por una galería de arte al aire libre y, al igual que en una galería de arte, las personas observan las obras de diferentes maneras: algunos miran y contemplan el mensaje subyacente, mientras que otros buscan la oportunidad de hacerse selfis y obtener algunos likes en su Instagram. Cada cual a su manera. Pero nos encantó alejarnos un poco y observar la reacción de la gente cada vez que instalábamos una señal en la calle. Es simplemente gratificante ver algunas personas mirar hacia arriba, detenerse y sonreír antes de continuar con sus ajetreadas vidas».