Durante las últimas semanas, hemos sido bombardeados a diestro y siniestro por artículos que hablan del impacto de Twitter y Facebook en la revolución de Egipto. Frases como «¿sería todo esto posible sin las redes sociales?» o manifestaciones organizadas gracias a Facebook, han ido apareciendo en las noticias. El humorista Jon Stewart, se mofa del ombliguismo que reflejan estas afirmaciones para criticar, de forma elegante, la obsesión que tienen algunos por atribuir las bases de la revolución a los medios sociales. Stewart se queja que deberiamos valorar también que la gente está harta, y al igual que a lo largo de la historia, llega un momento donde la gente dice basta.
«Si un par de discursos y un par de redes sociales es lo que necesitas para instaurar la democracia ¿por qué no las utilizamos en vez de invadir irak?», pregunta.
Al mismo tiempo, denuncia la hipocresía imperante en occidente. Políticos y analistas ponen medallas a discursos de Obama y Bush que ayudaron, según ellos, a sentar las bases de esta revolución, mientras llevan más de 30 años apoyando a Mubarak con ayudas económicas para su ejercito. «El tema es que Túnez tiene una larga historia secularista mientras que Egipto tiende debajo uno de las reservas más grandes no explotadas de ira islámica», comenta Stewart en tono jocoso.
El segmento acaba con una pelea entre las distintas partes implicadas clamando por su protagonismo en la revolución egipcia. Todos por supuesto, occidentales.
¿Que pensáis? ¿Se ha exagerado el protagonismo de las redes sociales? ¿Es una falta de respeto a lo egipcios atribuir a occidente tanto protagonismo en su revolución?